Locomotora.

Cuando nos amamos, sanamos de nuestras dolencias.
Se esfuma nuestra demencia.
El juez dicta su sentencia, y somos libres, de nuevo.
Como las gallinas, ¡ Podremos poner huevos !


Vivimos en una granja. Hay muchísimas especies.


Pero todas tienen algo en común, y es la paradoja.
El patio de mi casa, es particular: Cuando llueve, se moja, como los demás.
Intensa lluvia o convergencia.
Transforma la ciencia, en leche de vaca. Y la salud mental, en café Saimaza. De los muy cafeteros.


Te quiero mucho, pero no soy un serrucho, para un martillo.


Ni un tridente, para un demonio.
Ni un cuchillo, para el tenedor.
Ni una jarra de cristal, para el agua dulce.
Soy solamente una locomotora que tira de los vagones del tren.





Estén donde estén. Caiga quien caiga. Digan lo que digan. Arcos de herradura, columnas y vigas.


Muros y tabiques, techos y suelos de mármol.
Puertas y ventanas, muebles y electrodomésticos,
camas y sofás, alfombras y espejos, aseos y excusados.
Catedrales e iglesias. Parroquias y templos religiosos. Conventos y monasterios.


Ciudades y aldeas; pueblos y cortijos. Caminos y veredas; montes y montañas.


Porque España me pertenece.
¿ Vienes conmigo ? O ya, languideces...
Yo voy tirando del carro.
Porque Adán solo, no puede; ya que está hecho de barro.

 

Genial, me ha gustado.

 

Tiene sentido, ¿ Verdad ?
Ser mujer no es tan difícil, como pensaba.

 

Cuando uno ama de verdad, mi querido Nommo, siempre la luz de ese sentimiento estará
por sobre todas las demás cosas, fuere lo que fuere... Cuando dices:"Te quiero mucho, pero
no soy un serrucho, para un martillo." Nos hablas que, hasta el amor más contundente tiene
sus límites... y que para jalar del carro, se necesitan dos; es decir una vida de convivencia se hace
mejor de a dos... "Porque Adán solo, no puede; ya que está hecho de barro." En efecto compañero,
nuestra humanidad no da para tanto, sobre todo cuando no hay trabajo en equipo...

Un inspirado Nommo, nos deslumbra con imágenes y analogías, que siempre tienen mucho
que decir... Yo nunca lo olvido compañero, aunque a veces lo parezca...

El Gitano.​

 

Gitano, muchas gracias por resolver el enigma.
Nosotros somos dueños de nuestro destino.
Pero a la vez, cada uno sale por las suyas, para que albergue mérito, dentro de su Libre Albedrío.
Hay un tira y afloja, entre Yo, y Nosotros.
Que se va transformando en Yo, y Ustedes.
Para terminar siendo un Yo, a solas...


Y ahí, nace el Amor; en soledad.
Me amo, me respeto, me tolero, me cuido...
Y así, podré amar, respetar, tolerar y cuidar a alguien más, que no sea yo.