Los Tercos

El Señor decidió borrar directamente nuestros nombres del registro.
Somos como esos defensores que se proyectan
torpemente inocentes,
no levantamos la cabeza.
Estamos peleados con la pelota y con el arco,
pero igual seguimos yendo.

Corremos atolondradamente hacia adelante,
tenemos la cabeza muy dura,
pensamos que podemos atravesar con ella paredes.

Nunca preguntamos calles,
andamos así nomás, perdidos en cualquier parte.
Somos gente aburrida,
no buenos conversadores.
Estamos convencidos.

Sin tatuajes ni peinados raros,
no participamos mayormente de la cultura.
Obstinados,
básicamente: gente jodida.

Por general no nos va bien,
y nos molesta que nos lo digan.
Pero intentamos tanto
que le ganamos a las estadísticas por cansancio.

Si plantamos un árbol,
el municipio lo arranca o lo destrozan a hormigas.
Si escribiéramos un libro,
nadie lo leería.
Si tenemos un hijo es probablemente del sodero.
Aún así lo cuidaremos,
no sabemos de recular ni de asumir derrotas.

No estamparemos nuestra firma en la pared de la humanidad.
No traemos grandes ideas ni soluciones,
no tenemos más virtud que ser tercos.
Le ganamos a las cosas por cansancio,
seguimos yendo.

Nadie sabe para que,
pero nos sentimos necesarios.


www.elsolyanoeselsol.blogspot.com

 

Que genialidad!!!!!!... Merece aplausos y estrellas.

 

No me queda más remedio que aplaudir está obra. Ya casi por costumbre. Quizás por terquedad. Un abrazo amigo.

 

No hay metrica y que bueno que no haya, no hay alegoria y en este poema estorba, en cambio tu lenguaje lo dice todo, y ese mismo es tu firma. Aunque si la estampas y sin darte cuenta (a mi me pasa) nos salpicas.
Fue un placer leerlo. Saludos.

 

Este poema es demasiado bueno como para dejarlo aquí dormido. Un abrazo poeta .