Lucifer (Romance)

¿Por qué te asustas de mí
si yo soy uno de tantos?
tú me pusiste los cuernos
y un exagerado rabo.
¿Quién me considera listo?
¿quién me considera malo?
si te miras al espejo
verás la imagen del diablo.
Si buscas en él un monstruo
hallarás un insensato,
que esconde muy bien su cola
cuando le reza a sus santos.
De tus hechos no me culpes
yo no dirijo tus actos,
tampoco inventé tus guerras
ni a Jesús le puse clavos.
Dime pues ¿quién es aquel
que golpea con mi mano?
¿quién pronuncia mal mi nombre
si yo soy aquí el honrado?​

 

Excelente romance!!!

 

Excelente romance Ramón, en donde enfocas muy bien a ese mito de maldad hacia nuestro interior, porque yo creo que , efectivamente, todos llevamos dentro un demonio al que hay que tener atado en corto.

Un abrazo con mi felicitación, amigo.

 

«Todos llevamos un diablo por dentro», estimado Ramón. El ser humano no puede escapar de esa dualidad que siempre ha existido entre el bien y el mal, de allí que unos sean menos mounstruosos que otros; pero que nos quepa ninguna duda de que el mal, así como el bien, también forma parte de la naturaleza humana.
Tu breve romance no tiene el impacto poético que esperaba, pero es formalmente correcto, a pesar de su levedad discursiva. Hay varios octosílabos con marcados acentos en 6ª, todos tolerables, excepto el del *, no solo por el acento extrarrítmico en sí, sino por aquello de «clavar clavos», que encuentro pleonástico. Hay alternativas más elegantes, sin duda.
También modificaría el verso ** por «Dime, pues ¿quién es aquel / que golpea con mi mano?» y suprimiría la coma en el último verso. Es cuestión de ponerle corazón al asunto...
Un abrazo.

 

Gracias mi querido amigo por todos esos detalles comentados, ya veo que tengo muchos deberes por hacer jejejeje, no tenia ni idea de los antirritmos , a pesar de mis limites literarios voy a procurar buscar alguna solución al tema, Gracisa de nuevo por hacerme ver cosas que se escapan de mis limites, un fuerte abrazo.

 

Muchas gracias , abrazos.

 

Gracias Juan Ramon, un fuerte abrazo y feliz 2017

 

Gracias amigo, mucho me queda por aprender despues del comentario de Elhi, pero le pongo ilusión que ya es mucho jejejeje, un fuerte abrazo.

 

En mi comentario, querido amigo, hago referencia a los acentos extrarrítmicos, y no a los antirrítmicos, que son otra cosa. Desde hace siglos, los grandes estudiosos de la métrica, los filólogos, los mismos poetas en sus obras, han venido aconsejándonos que evitemos los acentos inmediatamente contiguos a los constitutivos del verso; por esa razón se evitan los acentos en 5ª y 9ª de los endecasílabos, por ejemplo. Lo mismo ocurre con los versos de arte menor.
Hay casos en los que la secuencia fónica atenua esos acentos extrarrítmicos, concediéndole una carga fonética mayor a ciertos sílabas. No es un asunto para rasgarse las vestiduras, y muchos menos para desanimarse en el intento. Tampoco creo que escribir un poema en octosílabos y reconocer sus detalles perfectibles sea algo que supere tus límites. Siempre hay algo nuevo que aprender bajo el sol, y la mejor manera de hacerlo es llenando nuestro corazón y nuestra mente del entusiasmo necesario para emprender ese camino hacia el aprendizaje.
Seguimos en contacto.

 

Gracias de nuevo Elhi, no se si el poema a quedado mejor o peor con los cambios que he realizado pero intenté seguir tus consejos, en arte mayor tengo mas claro lo de los acentos pero desconocía que en arte menor también se recomendaran, Gracias de nuevo por la ayuda, un abrazo.

 

dime pues ¿quién es aquél, que golpea con mi mano? tiene unos versos que ya,ya, increibles , me ha gustado mucho el romance y tu idea ha sido genial al tocar este tema tan llamativo,marga

 

Brillante, estimado Ramón,
en materia de acentos supernumerarios o fuera de ritmo,
yo no soy tan taxativo como Elhi, a cuyo ojo avisor nada escapa,
me gustaron casi todos los versos observados, salvo el de "Jesús clavos",
donde la fuerza del acento en Jesús, no permite ser absorbido por el acento principal en penúltima;
fuera de eso, te has lucido, con original retórica y una fluidez muy convincente
y algo de fino humor que entreveo en tu descargo.
Un saludo cordial,
Eduardo