Madurez

No me encontrarás en la duda,
ya no apuesto por ella.

Ahora vivo en la sed del día
que es la certeza de la muerte.

Soy como un ángel
sin las alas
del sueño.

 

a mi lo que me molesta es la rodilla derecha. Las alas, aunque de cera, van bien con el sol. Cosa de los años.

 

Hermosura de poema compañero.

Aplausos de pie.

Un lujo tu arte.

Abrazos luminosos para ti

 

Bueno, compañero Ramón... ciertamente su poema tiene un mensaje (como siempre) realmente profundo. Desde ya lo felicito por ello. Siempre he dicho, de que los poetas verdaderos como usted; son personas "connotantes" porque todo lo que uno escribe tiene una trasfondo auténtico; pero sobre todo real y tangible. Y... de paso aprende algo, nuestro nuevo compañero que le acaba de dejar un sarcástico mensaje.

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INTERPRETAANDO:

M A D U R E Z

No me encontrarás en la duda,
ya no apuesto por ella.

De hecho... vivir en la "incertidumbre" nunca ha sido una buena alternativa
(en la vida práctica, como ud, lo confirma). Porque somos la suma total de toda nuestra experiencias, las cuales se forjaron en la vida práctica... día tras día, hora tras hora y, segundo a segundo.

1) "Ahora vivo en la sed del día
que es la certeza de la muerte".

La complejidad de estas dos líneas vérsicas, ciertamente supera a nuestra propia lógica racional... "Vivir" para nosotros los mortales ciertamente es al mismo tiempo "morir" porque esta es nuestra verdadera "substancialidad" humana (divina o no divina) y, cien por ciento real; porque a cada segundo que uno respira... al mismo tiempo, uno "muere"

2) Soy como un ángel
sin las alas
del sueño.

En estos versos, nos comunica... que quien escribe, es ciertamente un ser "nada común" porque tiene la particularidad de mantenerse siempre obje-tivo, dentro de su realidad mortal. Porque no "delira" y, porque tampoco se "excede" más allá de lo permitido dentro de su universo racional. El protagonista aquí, nos habla de que está "consciente" de su mortalidad y por esto mismo valora todo lo que le existe ( como tiene que ser) porque su tiempo es... para él, realmente trascendente por su propia caducidad, de la cual no puede escapar.

Así de complejo es este profundo poema, real, auténtico y sobre todo, trascendental. Y, Si bien es cierto, uno nunca puede alcanzar el 100 % de lo que nos dicen los versos de un poema; pero, al menos sí podemos tocar un 60 por ciento de su realidad circunstancial.

Con el respeto de siempre:

 

Vale, que dios o quien sea te cuide las alas.

 

asi de claro...
un gusto leerte poeta.

 

Gracias, Naty, por tu visita y palabras. Un abrazo.