Magdala

Furtivos ojos, tristes, en silencio,
la vergüenza que oculta tu mirada,
oprimida, vejada, maltratada,
ya cansada de luchar y sin aprecio.

Es la culpa la que carga el corazón,
los errores convertidos en tiranos,
que encadenan el sentir cual milicianos
y te niegan de tu alma el perdón.

Sucia toda, carente, abandonada,
esperando absolución que no te das,
como piedra punzante la hallarás
de la mano que acusa ensangrentada.

El silencio tortura los minutos,
desgarrados, escritos en el polvo,
uno a uno revela los secretos,
arrancados los eleva como olmo.

Piedras caen al fin, mas no lastiman
y la culpa te acusa persistente.
Ruega el alma la muerte y se anima
dando fin las desdichas del presente.

Pero escuchas en palabras el perdón
y lo miras a los ojos amarrado.
No te acusa ni señala abigarrado,
te descubre un camino al corazón.

Sin condena en los labios te sonríe,
abre puertas que el desánimo cerró,
agua viva a Magdala sobrevive,
la rescata a la vida que enterró.

Se ha mirado en sus ojos como fuera,
le ha latido de nuevo un viejo son,
ya no siente la culpa que trajera,
siente un nuevo perfume, otra canción.

 

Una buena inspiración nos dejas en tus letras donde la
profundidad envuelve al lector de principio a fin.
Te felicito por la sutileza de tus letras para poder
disfrutar de una bella y fluida lectura.
Un abrazo. Tere

 

La belleza sublime del perdon! Bellos versos! saludos y bendiciones!!

 

[FONT=&quot]La vergüenza debería estar siempre en el que mal mira y la culpa en los acusadores. Pero los buenos corazones sufren lo que les toca y lo que no.
[FONT=&quot]Se abre tu poema a lo por venir, a la esperanza y a la ilusión; me gusta ese final.
[FONT=&quot]Un abrazo Luz y encantado con el poema.

 

Gracias Tere, me alegra que te haya gustado tanto la forma como el contenido y que la hayas disfrutado. Es un placer haberte tenido por aquí.

 

Sí, es tan hermoso el perdón y tan difícil de gestionar a veces... Gracias por pasarte y leerme Geralda.

 

Gracias Alonso por leerme y por tus palabras. Me alegra que te haya gustado y haya conseguido trasmitir ese mensaje de esperanza. Un abrazo enorme y muchísimas gracias.

 

Gracias Ligia a ti por pasarte a leerme y por tu respeto que me es muy valioso e inmerecido. Un abrazo.

 

Un poema donde habitan las culpas, sintiéndose abatido, pero que renacen las esperanzas al final. Un buen poema Luz Gento. Ha sido un placer leerlo.
Un saludo cordial.

 

Gracias Ricardo, me siento muy honrada con vuestras palabras. Un abrazo.