Mar

Se estremece la piel del océano,
porque el mar tiembla en sus olas
con el beso que al alba
le dan los fríos eneros.

Su sal encriptada se me hace escamas,
y su brisa me peina de cabellos flotantes.

Pero la lisa plata del día dormido,
lo hace mucho más mío.
que los veranos que infestan de turistas
sus zapatillas de arena.

Es una nube orgánica que puede ser marengo
y argumenta mis sentidos con su regazo.
Erguido en su profundidad lacrimal
de paces eternas.

Su vientre azul me concibe
a través de mis ojos.
Y me hace viajero expectante
en la estación de sus lindes.

El mar no tiene cintura,
pero sus caderas son de ola
como una negra gigante,
y sus pechos de caracola
en su torso de miel virginal.

Azul ... azul como la noche más negra.
Cobalto y abrazo de cobre.
Negra como el día más triste.
Serena, como un terrible volcán.

 

ese mar que te/nos enamora, que precioso lo describes, y lo veo..lo veo...y lo siento en mi alma.

Hace frío... es muy de mañana
una fresca brisa de Enero me acaricia
una paz eterna de agua, sal y caracolas.
mi alma se hace azul, cobalto y serena.

Gracias por este mar, ha sido un placer verlo
Un abrazo y feliz 2007
Luis

 

Eres el mar.
Que habla en su inmensidad,
entre grandes tonos de azul,
en esa delgada línea de la realidad.
habla el rumor de sus olas, hablas tú.

Un grato y verdadero honor leerte, como siempre una magnifica composición.

Una abrazo poeta.

 

El placer, amigo mío,
es disfrutar de tus comentarios,
de la frecuencia y actividad
de los que llevamos la poesía en los hombros
y no dejamos que desfallezca a pesar
de los inventos tecnológicos,
es más, los utilizamos para divulgarla.

Gracias Luis por estar aquí.

 

Muchísimas gracias,
en este ya, 2007.
Feliz de anfitrionarte
entre estas letras marineras.

Nos vemos en tus letras.

 

Con estos versos, cualquiera no se hace adicto al mar!!!

El mar no tiene cintura,
pero sus caderas son de ola
como una negra gigante,
y sus pechos de caracola
en su torso de miel virginal.

Impresionante!!!

(palini desapareciendo en esa espuma)

Besos sin marejada.

 

Mi linda Yola,
si tu te sumergieras en esa espuma,
ya el mar sería completo.
Pues la luna jamás le dió
más que su simple reflejo.

 

Mira si me quedé embobaita con este poema, que pasé por aquí y lo leí, pero se ve que ese mar tuyo/mio debió de borrar mis huellas...o a lo mejor es que estoy ya algo chocha...Aysss la edad que no perdona.

Precioso, Tomeu, realmente hermoso

Un beso

 

Casi somos mar, Ana.
Cuando nos inundamos los ojos
de su paz inmensa.
Cuando lanzamos a su infinito
nuestras botellitas de náufrago.

Un besoabrazo desde Mallorca,
hasta la orillita que te linda.

 

Amigo Tomeu.
Yo que soy un enamorado de la selva en detrimento del mar, me he sentido de pronto con una tremanda atracción marina.
Un abrazo

 

Hmmm. Solo leyendolo uno desearía abrazar ese mar y fundirse con su azul para navegar en el eternamente. Me ha gustado.

Un saludo.

 

La selva es el mar verde,
el mar, la selva azul,
los manglares, la poesía de su romance.
Y tu visita un honor, como siempre.

 

Muchas gracias, compañero,
el mar, el amor, la luna y el desamor,
nos hacen escribir tanto ...

Un abrazo desde Mallorca.

 

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Conque con este fabuloso Poema Océanico despediste al 2006.

Siempre sentí que el Mar era Mujer. De hecho, lo llamo la Diosa Madre.

No haberme topado con esta joya marítima, para rezarle:

El mar no tiene cintura,
pero sus caderas son de ola
como una negra gigante,
y sus pechos de caracola
en su torso de miel virginal.

Desde un enero cálido en que los mares del sur se entibian apenitas como albergar a sus súbditos, te agradezco este Canto Marino, bello... bellísimo... que tan bien me viene, en estos días en que no puedo acercarme a la costa.

Un abrazo VientoCielar, de la Vienta de tu Almo.

 

Ciela del almo querida,
de verdad que lo de los celos era una broma.
No sabes la felicidad que me embarga
al verte acompañada de tan extensa
y maravillosa comitiva de amigos.
Soy feliz, porque desde tus letras
me tocaste el alma y me hiciste tuyo,
tu lector, tu amigo y lo que hiciera falta.
Un día recalcaste la paciencia que te tengo,
de verdad también que no espero
siempre tus respuestas, me alegran muchísimo,
pero sé que tienes muchas responsabilidades
que atender gustosamente, por supuesto,
y leerte es para mí una terapia tuya involuntaria.

El mar, la mar, como el cielo que nombró Dama,
funde las fronteras y es indivisible, aunque haya pedazos
de tierra que se interpongan, através de la lluvia
vuelven a juntarse, como una bella historia de amor.

Te admiro y te respeto, pero sobre todo te quiero.