Me fui.

Me fui, como se va la luna durante el día,

sin dejar de estar realmente ahí.

Me fui y dejé en nuestro pasado la mejor parte de mí,

las sonrisas, los besos y las caricias,

las charlas sin sentido, la música y el vino,

el brillo en la mirada, el abrazo repentino,

las mariposas, el lugar en tu cuerpo,

ese lunar que habita en tu ceja y que hice mío,

tu labio inferior entremordido,

la pasión, la ilusión, el enojo, los celos y el olvido…

Todo lo que me hacía tuya, todo lo que me hacía mía.

Me fui, amándote, odiándome por haberme ido,

mucho antes, tanto antes de lo que hubiera querido.

Agotada, con las manos ásperas, con los pies cansados,

tan asustada, tan derrotada, tan tristemente resignada,

con el corazón apretado y el peso un tal vez mudo en la garganta,

con el alma aterrada.

Me fui aún sabiendo que esperabas que me quedara,

con la certeza que jamás nadie me amaría

como estabas dispuesto a amarme,

con el fracaso a cuestas,

con la cobardía de no arriesgarme una vez más,

porque me convencí que no podría darte

el amor que merecías

diciéndome que irme era un gran acto de amor,

que liberarte de mis demonios, de mis inseguridades,

de mi extraña, inconsistente y pobre manera de amar

me haría libre también a mí quizás...

Y pasan las horas, los días pasan, los meses pasan

descubriéndome como la luna,

distante, lánguida y taciturna,

habiéndome ido, y sin embargo

estando sin estar.

 

a veces es mejor dejar esa parte y reencontrar la estabilidad recuperándose de, lo que haya pasado, no siempre resulta, a veces queda nuestro todo ahí y renace otra faceta de nosotros distinta, grato leerle, en sus letras, saludos cordiales

 

Lo primero que te leo y me ha gustado mucho tu poema con mucha fuerza y al mismo tiempo frágil....mis saludos

 

Bella melancolía para un profundo poema, a veces los acontecimientos nos alejan de nosotros, la búsqueda suele ser incesante y necesaria. Un abrazo amigo Kanb. Paco.