Media noche.

Voy por las calles sonámbulas
salpicadas de espermas muertos.
Sus pasos se estancan en pantanos
de miseria y podedumbre.
Aúllan un dolor,
pero el ruido de su histeria
Oculta ese llanto.
Se ven pero no se conocen,
se tocan pero no se sienten,
se abrazan y olvidan
el sonido de sus corazones.
Vacias son sus manos
como un susurro de la Nada.
En esas arterias citadinas
Las luces y sombras
inyectan un afrodisíaco
a sus cerebros.
Esto es tan solo un carnaval
de máscaras grotescas
que no saben que están muertos
Excepto el violinista
que enamora a la Luna.

Sebastian Dusalgi.

 

Me ha gustado mucho tu estilo Sebastián: es lo que me llama más la atención de un poeta, su forma característica de escribir, y eso me pareció ver en tu poema. Desde el principio me dejaste ganas de leer, con los dos primeros versos. Un saludete de Samuel.

 

Un placer coincidir en tus letras y disfrutar la calidad de los versos y el contenido del poema.
Un gran saludo cordial desde Venezuela.

 

La ciudad no es tan terrible.
La ciudad es muy amable.
Por eso, llega a ella el campesino.
Por ello, abandona su aldea, el aldeano.


Porque en la capital, siempre son vacaciones de verano.

 

Como un sonido bohemio desplegándose en tus escenas amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Bella y bien trazada poesía urbana. Felicitaciones. Un abrazo.