Medianoche.

Dormiré mientras hay luminiscencia,

antes que surjan criaturas nocturnales,

volando con percepción abierta,

y podemos movernos sin cables.


Como ese sueño que siempre quise,

e ilumina este cambiante cielo,

en penumbra apenas puedo sentirle,

y de pronto rompemos el hielo.


Esperare hasta esas horas,

donde solo sea testigo la luna,

cuando el deseo no perdona,

y las sensaciones tan puras.


Se conjugan los factores,

cuando nadie nos mira,

protegidos por la noche,

encendemos esa chispa.


Las notas son más nítidas,

y el mensaje tan claro,

algo en sus labios incita,

pronunciar dulce vocablo.


Soy su aliado al ponerse el sol,

siempre a un latido de distancia,

nos vuelve a encontrar el albor,

unidos por la misma llamada.


La media noche llega,

y sentimos algo se invierte,

el alma y cuerpo te ordena,

observar con ojos diferentes.


La medianoche viene,

y nos sentimos tan vivos,

hacemos lo pertinente,

entre suspiro y gemido.

 

Un poema que intenta no meter el dedo, en la llaga.
Está bien, pasar inadvertidos, como espías del Gobierno.
Me alegro mucho de que haya poetas camuflados.
Je, je, je.

 

Será que de noche nos sentimos más seguros dejando atrás detalles que nos incomodan a plena luz y siendo más perceptivos a los arribos de estímulos de toda clase, especialmente los primitivos. Saludos cordiales para ti Mike.

 

Hermoso,romántico, frágil, delicado.....un placer leer tus letras.Saludos.