melocotón

Tierno melocotón
tus mejillas semejan.
Tus cerrados ojos
perfilan un cielo
de serafines traviesos,
acurrucados en nubes.

De paz, eres el boceto,
que mano humana
no puede reflejar,
aunque de ingenio rebose,
porque eres la perfección
que el tiempo elimina
porque no concede privilegios.

Si conservara el momento,
si pudieses ser para siempre
como te capto ahora,
tan innaturalmente bello,
tan prístino como azucena,
sin mancha de dolor,
sin atisbo de maldad,
tan áureo como sol
atrapado en cuna de metal.

 

El viejo deseo humano de poder
detener el tiempo en ese feliz instante en que somos dichosos.
Un abrazo amiga, excelente tu poema,
realmente admirable.