Mi amado

Mi amado


Mi amado es un precioso ruiseñor,

un llamativo pajarillo

en la ventana de mi alma,

¡Que me canta, que me alegra, que me emociona,

que llena de un sentido extraordinario mi vida!


¡Él es el más dulce conejillo,

es como un venado travieso,

un manso corderito en mis brazos,

y yo le amo!


¡Él es fuerte,

nada se compara a su fuerza!

¡Es un guerrero preparado en batalla!

¡Es un valiente, un héroe, un rey, un gallardo príncipe!

¡Él es Señor de señores,

Rey de Reyes,

y yo le admiro con deleite;

como se admira al héroe de la vida!

¡Él es el salvador de mi alma!


¡Mi amado es apuesto entre los varones!

¡Entre los hombres,

es como una perla en medio de los granos!

¡Un diamante en medio de las piedras!

¡Una estrella en medio de las linternas!

¡Un grano de oro en medio el fango!


El opaca la belleza de otros,

¡Su sonrisa le ha ganado a la risa de la luna!

¡Su sonrisa, es mi media luna favorita!

y yo le miro como se mira al hombre de la vida.


Mi amado, se ha acercado a verme,

se ha gozado al escucharme,

y yo le veo con deslumbramiento,

con el deslumbramiento que me produce su mirada.


¡Qué apagado y feo es el bravío fuego,

al compararlo con el brillo intenso de sus ojos bellos!

¡Qué débiles las montañas del campo,

comparadas con la fuerza de sus brazos!

¡Cuán opacas, manchas, baratas y amarillas resultan las perlas del mar,

comparadas con sus dientes blancos, perfectos alineados!

a su lado las cosas se ven nublosas, borrosas, opacas;

porque todo lo que enfocan mis ojos es él.


¡Oh sí, yo lo enfoco;

yo lo retengo en mis recuerdos,

en mis pupilas dilatadas,

como diafragmas abiertos,

en la cámara e mi rostro!

Le tomo fotos, mi mente lo graba;

y yo le retengo por siempre,

lo inmortalizo en mi recuerdo.


Cada una de sus sonrisas,

la capturo en el momento correcto;

en el momento decisivo,

donde sonríe, ríe y suelta una carcajada cuando le abrazo;

cuando me abalanzo rápidamente a sus brazos,

como una chiquilla que abraza a su padre,

o una amada que corre enérgicamente a los brazos de su amado

con alegría, con locura;

sin disimulo,

porque la multitud de sus afectos

no sabe disimular,

no puede disimular,

se rehúsa a disimular.


¡Sus risas son como muchas aguas,

aguas que refrescan mi alma!

¡Su voz es como trueno,

como el rugido de un león

y tan dulce como la armonía del mejor piano,

de un arpa melodiosa!


¡Su apariencia es perfecta,

él es perfecto,

no conozco en él defecto alguno!

todo lo que veo en él son cualidades;

me gozo cuando sonríe

¡Su sonrisa es la plenitud de mi alma!


¡Me acuesto y despierto luego,

solo para verle sonreír!

¡Mi amado es el amado de los campos,

el amado de los cielos!

Toda la creación, le mira con fascinación.

Cuando él pasa entre los bosques,

el tiempo se detiene;

las ramitas del campo se abren para darle paso,

las rosas se deleitan con su aroma,

las flores le huelen y suspiran;

los conejitos le acarician con dulzura;

los pajarillos le cantan,

toda la creación de inmediato se levanta.

Y yo salgo a su encuentro al verle,

me postro a sus pies y le beso;

¡Lo beso como se besa al ser que se ama!

¡Lo beso como besa una mujer enamorada,

una mujer rescatada,

una mujer salvada;

sencillamente una mujer feliz,

Felizmente enamorada de él!​

 

me ha fasinado su poesía,excelentes versos,saludos

 

Muchas gracias Sebastian, un gusto tenerte por aquí, saludos.