Mi burro

Até los burros en la plaza vieja,
en frente de la santa madre iglesia,
mi burro es muy creyente y se anestesia
con los sermones, pone bien la oreja

y se comporta dócil tras la reja;
pero a veces el pobre tiene amnesia,
camino va de padecer dismnesia,
aunque el asno jamás nos da una queja.

Tendré que convencer a mi animal,
que ellos nunca podrán llegar al cielo,
que es un club exclusivo y con aval.

La criatura confía en ese anhelo;
podría ser el cielo más global
y permitir que el burro pase a pelo.

 

El burro ignora que hay un cielo y quizás eso lo haga menos burro
Un abrazo, Paco.

 

Hermoso e ingenuo soneto a tu burro. No sería bueno que te contestara, quien sabe que te diría y tal vez te molestara. Un gusto leerte.

 

Qué razón tienes, estimado amigo.

 

Gracias compañera.
Un abrazo.

 

Gracias Luis. Un abrazo

 

Ja,ja,ja... qué original, si señor. Un trabajo excelente a un animal no menos importante por docil, sencillo y leal, que no es poco para los tiempos que corremos. Un abrazo. Bernardo de Valbuena

 

Gracias compañero. Un abrazo. Paco

 

Estimado Sergio, el burro seguirá siendo burro, pero una persona puede ser que sea más ignorante. Para gusto los colores. Un abrazo.
Miguel

 

Interesante soneto. No creo que al burro le preocupe el cielo. Y tampoco creo que a ti te importe algo. Eso solo importa para los creyentes. Y ese cielo es para todos, claro, siempre que se cumplan las exigencias requeridas. Es un premio que se gana, no un regalo. Un abrazo.
Miguel

 

P.D. En la cuestión de rima, los versos de los cuartetos hacen asonancias entre ellos. Ya te la apuntó Luis.

 

Gracias Miguel, por tu estimable comentario...
Un abrazo, compañero.