Mi gardenia.

Era el mes de Agosto. Veraneabamos con mi padre en Granada. A menos de 100 Km.Del cortijo de los abuelos.
Era la hora de la siesta. Paseando con mi padre por el jardín. Junto a la fuente me enseñó una flor blanca y me hablo de ella y de su fragancia. La canción de Antonio Machín la conocía. Pero no la gardenia..Me quede prendado de su aroma dulzón.Casi podía paladearse.La forma de sus pétalos. El verdor exquisito de sus ojas.
Alguien había cortado un ramillete de el guarde una en el bolsillo de mi camisa como un amuleto fragante para aquel maravilloso día. Aquella tarde visitamos la Alhambra y al día siguiente las Alpujarras.Donde después de unos bailes flamencos y unos vinos afrutados servidos para la ocasión. Provocaron las compras combulsivas de los visitantes. Compro un hermoso recuerdo para mamá que aún conserva. Igual que se conservo Granada.
"Granada. Tierra soñada por mí"...
Dijo Aixa madre de Boabdil, cuando entrego las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos.
"Llora como mujer, lo que no supiste defender como hombre"
La entrego sin destruirla, pues quiso que se conservara.

 

Bellisima descripción de una hermosa tarde de paseo por esa maravillosa e histórica ciudad, magnífico poema, saludos Alex