Mi miembro

Somos sanguijuelas,
que evolucionaron a base de golpes,

somos torpes,
somos altaneros,

buscamos la llave en un agujero,
en una fosa,
en un ataúd,
en una prisión,

nos relacionamos, siempre,
buscando esa llave,

en un momento,
en una costumbre,
en una autoflagelación,

el engaño forma parte
de una selección natural
aún más sombría,

si nadie termina de ser,
¿quiénes somos,
cuando no somos sin ser completamente?

incompleta manera de descubrirnos,

el tiempo teje circunstancias,
en las palmas de nuevas especies,

en las palmas de nuevos mundos,
sus suelos encierran saberes
de ocultos dones, de concentrado veneno,

partimos del agua,

aprendimos deformemente
a caminar con nuestros huesos fortalecidos,

entendimos el poder,
aún sin comprender

toda pobreza existencial que este genera,

clavamos nuestro miembro,
en los genitales
de otra fémina inducida
a la carnalidad enferma
de un amor de visceralidades pegajosas,

y aún confiamos en el amor,

en algo que no queremos explicar,

por algo será.