Mi mujer.

Pensando y meditando,

en los azares,

que me han traído y llevado,

por tu mares.


Llegue a la conclusión,

en el papel,

que tal vez nuestro amor,

no debía ser.


Puse el énfasis debido,

en mi propuesta,

mas al no haber obtenido,

positiva respuesta.


Supongo lo que suelen decir,

de nosotros es acertado,

nunca llego a existir,

algo más que encanto.


Y por mucho que queramos,

nunca será un hecho,

no podría estar a tu lado,

bajo el mismo techo.


Me pregunto si serán los genes,

ya estaremos predestinados,

será el caso de algunas gentes,

a veces no ser bien amados.


Nunca voy a ser tu príncipe,

nunca fuiste mi princesa,

cuando quise no quisiste,

el amor es rara ciencia.


Tal vez no te despertaran,

con un apasionado beso,

y así permanecerá,

tu libido preso.


Serás material de primera,

la ideal ama de casa,

recibir cada quincena,

y ser otra mujer abnegada.


Y ahora supongo,

siempre tuvieron razón,

los que no vieron en nosotros,

ninguna amorosa conexión.


Nunca fuiste mi doncella,

ni yo tu caballero,

mi verso paso sin pena,

tu esperabas otro verbo.


Así ya estaba escrito,

y así debía ser,

ni siquiera un poquito,

marido y mujer.


Nunca fue factible,

tu mujer y yo marido,

no pude hacer tu alma vibre,

aunque fuera por puro capricho.


Y si en un futuro te veo,

caminando con aquel,

tal vez persista el deseo,

pero nunca serás mi mujer.

 

Un buen poema, es un placer pasar y disfrutar de tu poesia, un abrazo afectuoso desde chile Saludos poeta.