Mi poesía

He llegado a pensar que mi poesía no es la más fina, ni la más rocambolesca, ni la más acertada, ni la más aclamada,

eso sí,

mi poesía sale del alma con el mismo fuego que llevo en mis entrañas, con la misma pasión que existe en mi corazón, con la misma delicadeza que mis sentidos aplauden cuando la inspiración se vierte al exterior en forma de palabras,

mi poesía adora el espacio, las bellas formas de apreciar la vida, las tonalidades de los colores,

la entrega de sentir mi pecho latiendo a 120 pulsaciones por minuto, cuando las emociones se vierten como en las teclas de un piano creando música, música suave, alegre y llena de vibraciones que conducen a viajar en el espacio siendo visceral de cada encuentro,

mi poesía juega a explorar el más allá para aplaudir las más osadas leyendas, aquellas que te envuelven, te dan vida, te enseña que el mundo abstracto en el que vivo, consiguen llevarme más allá de mi sueños y crear letras danzando alrededor de los mares,

donde cada encuentro lleva la marca de lo que hoy en día vela mi suerte, la suerte de verter mis emociones como palabras llegadas de otra dimensión para formar cada párrafo de mi vida, quedando grabado en las palpitaciones de mi corazón,

la poesía ha llamado a mi puerta desde mi llegada a la tierra y desde ahí, pasando por la luna ha viajado por todo un Universo colmado de delicias, la poesía que mantiene vivo mi espíritu, la poesía que va más allá de la vida