Mi Purgatorio

Aletargado y renuente, incrédulo e insensible,
muéstrase así mi corazón ante lo inevitable,
porque ante tanto dolor y tanta pena, lo volvieron inexpugnable,
que ahora, solo mi acongojada alma, le hace frente a lo ineluctable;

Porque se cansó de soñar con algo imposible,
se cansó de divagar con algo para él inaccesible,
que prefiere ahora, morir o renacer cual nardo en primavera,
y no vivir cual helecho a la sombra de una palmera;

Dime, ¿Que vacuna o que antídoto tendrá que tomar,
para que si la ilusión vuelve, la soledad no lo vuelva a alcanzar?
¿Que contra hechizo o que tipo de magia habrá que utilizar,
para que de fe y confianza se vuelva a llenar?

Porque yo, sigo enredado en lo febril que me dejó el pasado,
en este mi purgatorio de amor, hasta ahora enquistado,
tratando de sacudirme las sales del mundo,
tratando de arrancarme del alma, este dolor profundo.

 

Sentido poema, amigo Ricardo, bien trazado, con buen ritmo. No tengo el antídoto.
Un abrazo,
edelabarra.