Miedo

No puedo evitar sentir miedo
de volverme otra vez de sal,
de mirar el reloj y ver que la vida se va
pero tú no llegas.

No puedo evitar la nostalgia
que trae consigo la incertidumbre de tu amor,
los pensamientos trágicos de un adiós,
la angustia de sentirte a veces
demasiado lejos.

No sé todavía desatarme las cuerdas del cuerpo
que me mantienen unida a la ilusión
de obtener tu corazón
con un sentimiento sincero hacia mí.

No sé todavía quedarme tranquila
cantando la victoria de tu mirada
sin que el filo de la duda
me corte una cuerda vocal.

Miedo al desinterés,
a que llegue la resignación.
A ser el hazme reír de mí misma
por haberte amado.

Miedo a mis fantasías,
a la felicidad que dura tan poco,
a tener un día que arrastrar la montaña del desdén
sobre el manantial de mi sentir por ti.

Pero no es el miedo sólo
un mecanismo de defensa,
de supervivencia,
de oposición;
es también esa pared que separa
lo que somos de lo que queremos ser.

Y si el vaso a la mitad para mí está medio lleno,
si me pongo una armadura de sonrisas y de fe,
si me enfoco en que un verso tuyo ya lo ha valido todo,
creo que este miedo antes que matarme
está ayudándome a fortalecer...


Mar / 2016

 

Me encantó visitarte niña guapa.
Fuerte abrazo.

 

Hola Ramipoeta!!
Muchas gracias por pasar. Abrazos y estrellas.