Mundos unidos.

Una nueva perspectiva, y la delicadeza maternal originaria.
La pertenencia a un pueblo inteligente y misericordioso.
Para que nadie sea discriminado, o considerado paria.
Puesto que diversidad es Amor, y todos son únicos y especiales.
No a simple vista; sino en muchas ocasiones, por dentro.
Pero como es adentro, es afuera; a través de la mirada.
Como es arriba, es abajo. Espiritualismo del III milenio.
Como es lo macro, es lo micro. Madre Naturaleza y seres vivos.
Y al principio, era la Nada y era el Todo. El Cosmos entero, cabe en un espacio reducido.
En una singularidad caliente y densa, que comulga con el corazón generador blanco-azulado.
Hoy soy mujer, y mensajera del espacio. Hoy me asombro ante una cafetera.
Admiro la obra de vuestras manos. No tengo voz ni voto, en este planeta...
Soy de una raza arturiana. Pero claro, ¿ Dónde está la estrella Arturo ?
¿ Cuántos planetas giran alrededor de ella ? ¿ De cuál de esos planetas, procedo ?
¿ Qué nos depara el Futuro ? ¿ El sentimiento me depura ? Sigo siendo varón Homo Sapiens Sapiens.
Es un traslado hacia otra consciencia. Otra forma de interpretar la vida. Otros valores.
El talento creador siempre está en boga. Siempre, de moda. Nos redime de nuestras prisiones.
Pues somos cautivos de la mediocridad; y muchas veces, nos sentimos inútiles.

 

qué decirte, vivimos entre mediocres, y pocos que hagan algo para ser humildes, saludos

 

Te hace falta un poco de mi medicina.
A ti, como buen creyente, te vendría bien ahondar en tu máxima creencia, Eón, como tú lo llamas. El poema en sí es una buena y continua contraposición de ideas, con una reflexión final algo desoladora -yo esperaba algo más motivador, o por lo menos automotivador-. No olvides nunca que la poesía no tiene límites.
Un abrazo.

 

Somos hijos de Dios, y por lo tanto, diversos.
Ya que la Felicidad de Eón es la diversidad de sus hijos.
No tenemos por qué entendernos, unos a otros.
Sin embargo, a partir de esa mediocridad, podremos esforzarnos en no discriminar a nadie.
Estamos cautivos porque nos aislamos. No queremos compartir, ni debatir.
Máxime, si se trata de exponernos ante otra raza humanoide.
En este caso, una raza civilizada arturiana. La nuestra, sería solar.