Musa demacrada

¡Musa demacrada!​

Qué me entregaste tu secreto tras una prueba de valor.​

Y cruce un campo de lavanda en el lejano Afganistán;
​

¡Yo! Cual espectro, cual vidente, cual amante.​

¿No me dio la muerte un beso antes de nacer?​

¡Madre!​

¿No nos dio la muerte hiedra para comer?

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¡Musa demacrada!​

Qué me entregaste tu secreto tras calcinar mi corazón.​

Y desgarré tus prendas en el ensueño de la roca, ​

Allá en el remoto Plutón, ​

Y abandoné mis anhelos en tu estrella diamantina; ​

¡Yo! Cual amante, cual vidente, cual espectro.​

¿No me dio la muerte un beso antes de nacer?​

¡Madre!​

¿No nos dio la muerte sierpes para comer?

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¡Musa demacrada!​

¡Reina de la noche!​

¡Regina! ¡Regina!​

Tú que me entregaste tu secreto tras ahogarme en aflicción.

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¡Musa demacrada!
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¡Diosa disoluta!​

¡Salve! ¡Salve!​

Tú que me amaste cuando nadie más me amó.​

Y contemplo la penumbra argéntea, la muerte áurea:​

¿Son tus ojos aquellos abismos insondables?​

¿Son tus pechos aquellas lumbres lacerantes?​

¡Y me alzo en ti como una torre de roto marfil!​

¡Yo! Cual locura, cual delirio, cual canción…


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L. E. TORRES​