Musa nocturna.

Sé que sólo me usó esa noche,

y yo me dejé usar,

un poco como de comparsa,

un poco como de galán.

Supongo que ella por alguna pena

que nunca me llegó a nombrar,

yo por el intento

de algo amable recordar.

Ahogó ella sus males,

de mil cosas me habló,

yo, curioso,

me asomé a sus ojos,

como dos galaxias con balcón,

pero no hallé cuál era su pena,

pues tantas me dijo,

y tantas otras calló.

Quería estar acompañada,

que me usara para ello

no me importó,

fue ella también compañía,

esa musa que sólo existe

antes de que salga el sol.

Pues al amanecer nos despedimos,

casi como castos amigos,

con un beso por mejilla

y un adiós.

 

Muy bello ese encuentro fugaz que dejó huella en el poeta y quien sabe si también en ella. Me ha gustado mucho amigo Old Soul. Un abrazo. Paco.