Nada

Nada
Levantase el caminante, mira y no
ve nada, sólo blanco,
sólo nieve, hielo, frío, olvidó
que abandonado, franco,
estaba el caminante.
Un viento intenso, una brisa cortante,
a caminar empieza,
busca, busca, adelante,
nada, ni una vida, nada, comienza
a asustarse, sólo está.
Fuerte viento, su miedo comenzará
poco a poco a herirle,
desesperado, congelado él, le
tiembla el cuerpo, ¿do irá
el caminante sólo?
Un fuerte ruido, de polo a polo,
estremece al chico,
mirase y corre, brico
da, lo busca y sólo
queda al no encontrar, ¡nada! ¡nada!
Desesperado, la nieve, sí, cada
rincón cubre y hace llorar
al pobre, no quiere estar
sólo pero lo está, no siente nada
soledad, cruda amiga.
Lorrar empieza el caminante
¡nada! ¡no hay nada! cruda soledad,
grita con fuerza ¡ayuda!¡ayuda!
silencio...silencio...abandonado le han
¿por qué? ¿por qué castigado me habéis?
¿que he echo? ¡resoponded!
nada te hizimos, todo lo hiciste tú,
con propia mano tuya,
¡no hiciste nada, y ahora muerto estás!

 

bello y certero poema.. un gusto leer tan bellas letras.
aunque la verdad soy daltónico y me pone furioso el rojo jeje

 

La entrega es una maravilla excepcional de espléndida poesía, monumento de calidad y talento.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Muchas gracias a ambos, sois unos grandes