Naturaleza muerta

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Naturaleza muerta​

Miraba a las hojas del frío,
al raso en una noche de Enero;
discutían los árboles meciendo sus ramas
pormenores del suceso,
los olivos de una tierra abandonada,
por el cansancio de sus dueños.​

No gusta la vida
si hay dolor,
ni la sangre, ni la herida,
ni tantas cosas, que son dos:
“la muerte, y el dolor
que hay en la vida” ​

Llegó el huracán temprano
y arrancó un árbol de aceitunas;
creyeron los árboles
que huracanes también desayunan;
con los vientos marcharon los amos,
[SIZE=4]y dejaron al raso… [/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=4]Restándole esperanza ninguna.[/SIZE][/FONT]​

[CENTER][FONT=Calibri][SIZE=4]A doscientos metros [/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=4]el tronco cayó en campo abierto;[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=4]no volvió por escueto de luna,[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=4]atrapado estaba sin cercos. [/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/CENTER][FONT=Calibri][FONT=Calibri][FONT=Calibri][FONT=Calibri]



[CENTER][SIZE=5][COLOR=sienna]©[/COLOR][/SIZE][/CENTER][/font][/font][/font][/font]

 

BELLISIMO, de muy buena reflexion, caro pagaremos sus heridas, pues nos lleva en el costado de su agonia, saludos y estrellitas.

 

Muchas gracias por tu comentario Sol, un abrazo