Náufrago.

En una barcaza digital,
En galaxia virtuales y olas de binarias utopías,
Cual navégate trashumante,
Se refugia vergonzosa,
La soledad del nuevo hombre.

Despoblados momentos de la mente que tristemente olvidaron...
El calor de unas manos sumergidas en bálsamos de silencios,
La tinta del diario en una mañana de domingo,
La calidad atmosfera de una tertulia entre amigos,
Una película con el/la amante en un autocine.
El jugueteo de los pies entre la arena y la espuma del mar,
La clandestina ilusión tras una mirada indiscreta,
Momentos para encontrarse o perderse,

Sueños y vivencias tristemente desplazados por una luminosa ventana infinita...
Corrientes marinas de Twitts,
Olas de Chats sin destino,
Limpias vitrinas de casas vacías,
Batallas multimedia de trolls y sus odios
Morbo ermitaño.

Al final la pregunta urgente surge...
¿Es la evolución de la soledad al vacío?
¿Es la involución del vacío a la soledad?
¿Es escape o es encuentro?
¿Es el mismo náufrago?



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