Navegante

Henchido como vela que a Neptuno
le ofrece de su vértice la driza,
así mi corazón, que ya es ceniza,
naufraga bajo un cielo gris y bruno.

El mar y este silencio todo es uno.
Callado, mi velero se desliza
con su dolor en proa, y la baliza
señala que no viajo a puerto alguno.

Sin rosa de los vientos que me oriente
mi balandro ha perdido la batalla,
y en su armazón vacío, ya no halla,

otro mar que lo empuje en su corriente.
Y este viejo marino donde vaya
sumergirá su lastre en otra playa.

PepeSori
SafeCreative
Octubre2020




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Gracias Isabel, celebro que lo hayas interpretado tal como ha sido la intención íntima del poeta.
Un saludo con mi afecto,
Pepe

 

Todos tenemos esa alma de navegante, de niño inquieto; algunos porque se aburren otros porque buscan respuestas. Pero en fin, todos navegamos y muchas veces a contracorriente. Y claro, todos llegaremos a ser solo cenizas.

Buen soneto. Me gustó.


Un abrazo.

 

Fascinante soneto, Pepe. Yo, que soy aficionado a todo lo que se mueve bajo un par de velas, me identifico con tan marinero vocabulario. Todo en él sugiere inciertas aventuras; en este caso, de manera especialmente alegórica, el irremediable tránsito hacia ese puerto ignoto y perturbador que es el fin de la vida.
Sin duda, un placer de lectura.

Un abrazo.

 

Muchas gracias Vicente, la vida pasa y se ofrece como en un viaje marinero, donde el patrón mientras dura la travesía puede elegir cada puerto o cala donde detenerse para amar o contemplar, consciente de que su ultima arribada será en parajes desconocidos.
Un abrazo

 

Como navegante que soy me ha encantado tu soneto Pepe, preciosa semblanza de dos formas de navegar, espero que tu corazón encuentre un dichoso derrotero y puedas encauzar buena singladura a vela por supuesto y no a palo seco.- Abrazo.
Miguel.

 

Suscribo por completo el excelente comentario de Vicente. Es un soneto muy correcto y muy bien ejecutado. Gracias por compartirlo, Pepe. Como curiosidad, apunto cinco asonancias internas comunes (-eo) en seis versos contiguos. Caprichos del oído que incluye esa secuencia de sonidos inconscientemente. ¡Excelente trabajo!

 

Muchas gracias Elhi Delsue, justamente ahora estaba repasando el soneto y me apercibi de tu sabía indicación que agradezco.
De nuevo mi agradecimiento por tu amable comentario, saludos
Pepe

 

Hola Danie, un placer tenerte por aquí, gracias.
El viaje de la vida sería el resumen de mi soneto, un abrazo

 

Jejej, a "palo seco" ni el agua.
No sabía de tu afición a navegar, gracias por tu comentario, un abrazo
Pepe

 

mi corazón, que ya es ceniza,
naufraga bajo un cielo gris y bruno.
mi velero se desliza con su dolor
no viajo a puerto alguno.
ha perdido la batalla,
su armazón vacío
otro mar que lo empuje
viejo marino
enterrará su lastre.

¿Qué pasa aquí Pepe?... ¿Se acabó el Albariño?...Si hace falta, se hace un escote.
...Las penas, igual que las tonterías...solo las precisas.
Me agarro al último verso, que lo interpreto como me da la gana: Enterrando el lastre, es como se avanza. (Y hay que visitar todavía muchos puertos, y tabernas marineras.)

Aaaabrazos.

 

Jaja, precisamente es por culpa del albariño, que me da llorona, ahora ya tomo aguardiente de hierbas (naturales, no pienses mal) y gracias a ello escribo irónicos:
"Olimpicos de plumas" te gustará más, aunque tendrás que leer entrel lineas" pues me he autocensurado dos versos, pero tú tienes el original, ya me dirás cuando lo leas.
!Viva el vino!

 

Gracias Luis, saludos
Pepe

 

Levo ya 44 años navegando y espero que dure, durante el confinamiento tenía tanta morriña y saudade al mar que también escribí un poema titulado "Navegante y Poeta", te paso el enlace.- Un abrazo Pepe.
Miguel.
http://www.mundopoesia.com/foros/temas/navegante-y-poeta.706894/

 

Caray! Marino profesional, te felicito, en un rato te leo, gracias por mandármelo, un abrazo

 

Acabo de leer tus sentidas cuartetas, no pude antes, y me gustaron por su naturalidad, sakudos

 

Melancólicos y brillantes versos, cuando perdemos la brújula del amor, somos simples piratas vagando por el mar de los Sargazos en busca de una amiga ilusión que siempre finaliza en quimera. Maravilloso poema, Pepe, saludos Daniel

 

Muchas gracias Daniel, el amor como la vida pasa entre tormentas a veces, otras navegando plácidamente y las más poniendo rumbo al destino que a todos nos espera, pero lo que es mucho y más importante es abandonar el lastre incómodo que hemos ido acumulando.
Un abrazo, celebro tu lectura amigo
Con mi afecto
Pepe