Naya

La recuerdo lila y fuerte;

una mata de lavanda

un ramaje verde opaco

sin sus flores en verano;

primavera,

o bajo la luna llena.


Te recuerdo sin amarte;

igual tu no lo querrías

pero mi vena obsesiva

hace cuánto me domina…

Tu fantasma,

Es sombra de mi lagrima.


Forzados a crecer rápido,

enredamos las raíces.

Fuimos arbustos talados

por azote de relámpago,

por azar,

sembrados en cualquier lugar.


Y por si eso fuera poco

los parásitos atacan

primero lo que está roto.

Y reí con los gusanos,

por cobarde,

aun me duele mi fortuna.


Antes de que te me arranquen

hacia un bosque nuevo (espero)

me contaste tu secreto;

Feroz secreto enjaulado

Silenciosa.

Ni sintiendo, ni llorando.


Que de noche oyes viento

aunque me encuentre quieto.

Aun con día soleado

sientes hormigas subiendo

por cada estrato negro

o gris difuminado…


Y el suave beso del roció

te provocaba las arcadas

que jamás te dieron las ratas.


Si supiera a donde fuiste,

en que estepa te plantó

tu monstruoso padrastro

juro no ser un cobarde

nunca más.

 

Es un poema muy bello, me adentre en la historia en como avanzaba ese gran sentir tuyo, son renglones muy tristes, se cuelan hasta el alma pero estructurados de una manera muy hermosa, me ha encantado dejar mi comentario en tu escrito, esperando que encuentres lo que perdiste pronto, saludos cordiales.