Nenúfares 4

Si tus hojas son las palmas de tus manos
y tus flores son el brillo de tus ojos:
el poeta, ¿qué dirá por sus antojos
de tus tallos que se hunden cual gusanos?

Desde el barro te alimentan tus raíces,
ese barro con detritus milenarios,
con los restos confundidos de contrarios,
con innúmeras banderas de países.

El mensaje en que persiste la belleza
lo descubren prestos ojos pocas veces;
de la historia se alimenta, de sus preces,
de las flores que desbordan la maleza:
en el barro las disputas y rencillas
son el guano en que se alientan maravillas.

 

En tu soneto nos deja una metáfora o moraleja , al menos así yo lo percibo, muchas veces de los más bajos extracto donde solo la inmundicias viven nacen entre ellas hermosas maravillas que son como pequeños milagro imposible encontrar entre tanto horror y podredumbre


Un placer pasar por tus letras querido Jorge

Carmen

 

Sí, algo así pensé yo también, acerca de un proceso dialéctico del que la belleza hace, a veces, la síntesis.

gracias y abrazo, Carmencita

 

Me ha gustado mucho, Jorge.

Sobre todo el primer cuarteto me parece que tiene todo lo que se puede pedir al leer poesía.
También la enumeración final en los tercetos me parece excelente.

Veo que usas innúmeras que es una palabra que considero muy extraña, siempre diría un sinnúmero, aunque claro que en tu verso no tiene sentido plantear "con sinnúmero".

Un abrazo.
Oncina.

 

Gracias, Isabel, me alegra que te haya gustado.

abrazo
Jorge

 

Muy bueno estimado, usted sí tiene dichos "prestos ojos" y también los avíos para traer acá belleza de la buena en forma de poema. Un placer disfrutar de su "Nenúfares".

Abrazos maestro.

 

Gracias, estimado, me alegro de que te haya gustado el tema; estos dodecasílabos ternarios tienen lo suyo, el oído se envicia con ellos. Acerca de la palabra «innúmeras»... no diré que la uso con mucha frecuencia, pero me gusta: quizás sea un vicio profesional, aunque el término no es matemático.

abrazo
Jorge

 

Gracias, estimado, me alegro de que te hayas detenido en eso de los «prestos ojos»; la sensibilidad no siempre está presta...

abrazo
Jorge

 

Lo que voy a tener que hacer es "detenerme" más a menudo en leer sus poemas. Hay que tener mucha valentía poética para ensalzar las lindezas que regala un nenúfar sobre el agua y admitir al tiempo que por debajo sus raices parecen gusanos. Preciosa paradoja solo al alcance de "prestos ojos" jejeje.

Me alegra saludarle, le tengo en aprecio, ya lo sabe estimado Jorge.

 

Muy buenas letras veo que han inspirado los nenúfares, y este soneto es otra prueba.
Suenan muy bien los dodecasílabos ternarios.
Un abrazo, Jorge, y feliz semana.

 

esa es la esencia del budismo, vivir de lo material, pero trascender a un paraíso (terrenal) logrando un estado superior de consciencia, me gustó el poema. Saludos Amigo.