No sabía

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Me arrodille ante ti y no sabía
si pedir o rogar por mis pecados
pues había escuchado que en silencio
se puede alcanzar el bien ansiado.

Tu no necesitas oír de viva voz
ya que lees en el alma de tus hijos
repartes a granel de tu perdón
pues deseas tu reino engrandecido.

Aquí estoy Señor, y reconozco
no haber sido el hijo que esperabas
el libre albedrío que me diste
lo use sin reflexión, y puñaladas.

Hoy vuelvo la vista hacia el camino
y me miro como realmente he sido
imperfecto, errado y torpe Señor mío
y no lo que en mi soberbia había creído.

 

Es un poema que, sin duda, relata una reflexión acerca de sí mismo.
No comparto la idea de "Señor" en mayúscula, pues soy atea practicante.
Sin embargo, me llevo un buen sabor de boca leyéndote, pues me gusta mucho reflexionar sobre mis propios actos y la manera cómo voy viviendo la vida; y siento que este escrito tiene más ese tono, y no uno religioso.
De corte bastante personal, estas tus letras, lo que nos invita a leerte y, en cierto modo, tomar tu lugar (o el propio, en la lectura).
Gustazo pasar por acá.
Gracias por compartir tu poesía.

 

Hola, un momento de silencio para meditar acerca de los resultados de tus acciones, siempre es bueno ese acercamiento al ser interno. Saludos
¡SONRIE

 

Genial tu versar amigo
dejas un excelente mensaje
y una gran reflexión
saludos

Edu

 

Me encanta, no sabes cuanto, que belleza de poema. Una alabanza a Dios Nuestro Creador. Eres un alma tan bella. Dios te ama. No importa cuanto hemos errado en la vida, el siempre nos ama porque es un Dios de amor. Estrellas y besos para ti amigo. Dios te bendiga, un beso y un abrazo para ti amigo. Cuidate mucho por favor. Marie,