No

Vivo en un mundo egoísta.
Donde caminar por la vereda requiere su propio espacio.
Vivo en un mundo egoísta donde nadie puede arrastrarse por mi metro cuadrado.

Donde todos se ponen tristes con la felicidad de otro.
Donde todos se ponen felices al ver desdicha.

Y mientras todos caminan enamorandose de sí mismos,
Yo me desintegro, me voy muriendo.

Pero ustedes caminan
Con sus manos podridas de tanto tocarse.
Con los ojos vencidos por el deseo de tener lo que nadie tenga.
Donde todos van luchando con otros para cruzar primero la calle.
Vivo en un mundo egoísta.
Vivo en un mundo egoísta.

Y a nadie le importa, pues el egoísmo es religión.
Gente egoísta jugando a invalidar la felicidad de los demás.

Vivo en un mundo egoísta.
Donde la homofobia se sale por el aire y le pega en las venas a todos.
Donde se asesina por melancolías propias y caprichos amargos.
Donde nadie ama.

 

Que difícil es a veces no ser egoísta, y serlo también.
Me gustó.

 

hermoso poema, realista de verdad, no para cumplir con la temática sino para alzarse en ella con todos los méritos que requiere la belleza; las versales en mayúscula, un obsequio adicional. Abrazos.