Noche

Se escapan las sombras de la noche
ante los destellos del nuevo día.
Su figura de gata angora sedosa risueña
se levanta del catre estirando las perezas.
Su mirada recorre mi hombría
aún cubierta por una vieja colcha.
El frío entra por la ventana
junto con el aroma de café y tostadas.
Y yo desde una almohada hecha cojín
percibo su calor de entrepierna.
El día trae labores y afanes
junto con los pesos del tiempo.
Si mi soledad no fuera lejana
me sentiría acompañado en verdad.
La tarde cierra ruidos para abrir
los susurros del tugurio.
Otro local de mala muerte
con una barra al centro.
Detrás el bartender atiende una puta
mientras desde la mesa observa correrse la tela.
El sitio se oscurece aún más
hasta que un reflector apunta sus piernas.
Se envuelve con música en el tubo
como si sus piernas apretaran mi cuerpo.
La música avanza junto a las botellas
el camino de resaca consumidora de penas.
Pero nunca falta la puta con las tetas al aire
que te hace olvidar todo con su abrazo.
Menuda y voluminosa la rusa
acaba exprimiendo las urgencias.
El local anuncia el último show ya casi en la madrugada
en tanto los parroquianos se levantan para ir a misa.
Y yo sigo aquí
pensando en la rubia.

 

Muy buena narración, me recordaste un pensamiento que tuve hace tiempo....

Aveces nos hace falta tan solo un poquito de "calor" para pasar la noche.

Saludos. Jaherus

 

Noches de noches. Y yo sigo pensando...
Me gustó. Saludos, compañero.