Nuestra ignorancia

El rayo destructor de esperanzas
abraza las hendiduras de la sonrisa
marchita, acorralada en sus cuatro
paredes, envueltas en la legitimidad
de la carencia, de la cordura blanda
de la histeria, en la atmósfera
de la apatía y el dolor.
Nos conocemos sobre la misma rama
acariciada por la vanidad, la elocuente
y retorcida avaricia de quienes se
resguardan en el confinamiento político.
Esos de traje seda o algodón
que se ahogan en la bruma y la fama.
¿A ellos les debemos la ignorancia?
¿Los azotes de la infección?
Los sentimientos ya algo enfermos
reclaman los dígitos, cifras descomunales
de la hostilidad numérica, de cifras
restantes, de las letras P A N D E M I A.

 

Justa crítica que nos entregas en unos interesantes versos, este momento
que vivimos llenará capítulos enteros de los libros de historia algún día y
quizás entonces se establezcan con claridad las causas y las consecuencias.
Mientras seguiremos encerrados esperando, muertos de miedo por las graves
consecuencias de contraer el virus. Me gustó leerte, gracias por compartir tus
sentimientos en el foro. Besitos apretados en tus mejillas.

 

Muchas gracias por tan generoso comentario, un abrazo.

 

Muchas gracias amiga por ser tan generosa de verdad, eres talentosa y sabes que admiro tu pluma, enseguida te escribo.
Un abrazo.

 

Efectivamente, se ha quedado ya en la memoria, en la historia de la humanidad...nos deja grandes reflexiones y aprendizaje de vida.
Un abrazo mi querida poetisa Anamer.

 

Tristemente cierto, Alec. Esta Pandemia, vino a destapar tanta corrupción, vino a sacar a la luz los verdaderos
sentimientos de los seres humanos y han traído muchas lágrimas. Te abrazo desde la distancia, querida amiga.
Buen aporte. Cuídate, mi reina.

 

Amiga, he estado un tanto ocupada... ya sabes.
En mi país las cifras no bajan y se está llamando a una emergencia nacional porque tampoco hay recursos para los hospitales, no hay dinero para quimioterapias de adultos y niños, pero si hay para otras cosas como festejo de la independencia de México. Estamos en manos de inconscientes por no decir criminales.
Te abrazo y cuídate mucho bella.