Ocre.

Ve a la campiña color ocre
y despierta a tu hermanas;
diles que los hombres han llegado,
que deben huir
o permanecer y ser objetos de regazo.


Ve a la campiña color ocre
con una afilada hoja en el morral;
no las despiertes!
no las inquietes…
que sea un tajo seco,
preciso y elocuente.


Ve a la campiña color ocre…
ajusta sus vestidos y acentúa el maquillaje.
Diles que el dolor será un instante...
que luego de la sangre;
solo placer exquisito, estimulante.


Ve a la campiña color ocre.
Tienes 30 pasos antes….
para luego decidir y actuar en el instante
si has de ser el verdugo de una vida breve y saludable
o el instigador
de una existencia vacua y execrable.

 

No sé cómo abordar este poema...
Me gustó, eso sí.
Pero lo veo incompleto por mi falta de entendimiento, al menos.
Saludos.

 

Es interesante este poema, podría tratarse de una venganza. Deja olor a pólvora en la recámara...

Saludos,

Palmira