Orígenes

De que parto el viento
renaciendo
tenue
acariciando suave
el pelo de los niños
la cresta de los gallos
la sonrisa de las hembras
su aire su destino
deseadas
eternas.
Acariciando
salteando la tejas de las casas
las zanjas de los ríos
ya secos
las cicatrices amargas
amargas de los días.
Calientes con la brasa de los
soles
helados como
lunas
En donde encontrarlos?
como saltear las murallas de los días.

 

Conmovido con tu poema estimado amigo, es que la palabra hembra me subyuga, todo el poema es una maravilla, y deslumbra en los ojos de quien te lee en esta mañana, desde mi trabajo un fuerte abrazo Poeta

 

Gustavo, poeta hermano
ya distraerte de tu trabajo
es demasiado.
Que me leas un privilegio,
pero no divagues en tu laburo,
no quisiera daños colaterales,
o "bajas por fuego amigo".
Gracias, gracias por tu distracción
no fue mi intención.
Abrazo fraterno del otro lado del charco.

 

No se preocupe, no manejo cosas peligrosas, lo comento entre expedientes, de lo más aburridos

 

¿Y como hacer que no parezcan tan altas? Los días nos ponen a prueba constantemente y según avanzamos nuestros cuerpos más llenos de cicatrices y más sabios, bueno no siempre. Saludos y gracias.

 

Y tiene un buen rato que no encontraba un poema tuyo, amigo Nelson, y este me ha encantado por su soltura y sus interrogantes.
Te mando un cordial saludo y mi agradecimiento por compartir tu arte.

 

Gracias Martín. Poeta.
El que busca encuentra.
Ahora en serio, gracias
por tu atenta lectura.
Me alegro que haya fluido.
Abrazo fraterno.