Otro adiós

​

Pra dizer adeus

Maria Bethânia​

Otro adiós

Qué poco dura todo
con la felicidad de entre los muros,
cuando los hijos llenan los espacios
saltando sus murmullos.
Qué pronto es el adiós
cuando se marchan, cuando huele a humo
del tren en el que van hacia la vida
y a su destino, cada cual al suyo.
Qué cortos los abrazos
en ese despedirse que, importuno,
irrumpe tras los días y las horas
queriendo regresar algún minuto.
Qué rápido el reloj
nos marcará en la noche el sueño último
que dejará vacíos en sus lechos
y diáfanas las mesas del estudio.
Y qué es la soledad
sino la enorme falta de uno en uno,
sino el rugido aéreo de un avión,
sino la red de vías por el mundo.
Qué fuerte el aguacero
al final del verano; taciturno
me miraré al espejo,
y me veré más viejo, sordo y mudo.

Salva Glez. Moles
3 de septiembre, 2021.

 

Que hermoso y nostálgico poema, me tocado la fibra y la música le da un maravilloso ambiente. Un gusto leerte.

 

Sólo puedo imaginar lo duró que es dejar ir a un hijo, agridulce. Todo un placer leerte.

Saludos.

 

Es lo que nos queda, Salva, la alegría de las llegadas, y la tristeza de las partidas.
Sabemos los dos que tenemos que conformarnos con saber que están y les va bien... que no es poco.

Ya mismo los tienes otra vez ahí.

Vamos palante.
Abrazos.

 

Estimado Salva, que te puedo decir, leerte ha sido un viaje ídem. Los vi partir, hice lo indecible y me fui hasta su morada, sin embargo, al final del día, sólo soy yo. Todos vamos en ese barco.
Fue bueno leerte, gracias por compartir tu sentir hecho verbo.
Un abrazo hasta tu orilla
Camelia

 

Es la vida misma, Salvador. Nada es para siempre. Abrazo fraternal.

 

Aplausos, estimado Salvador. Este poema se me hubo de escapar. Me tocan de cerca estas cosas. Tu poema oscila en fino equilibrio entre saudade y la tristeza directa y desnuda.

Un gusto de lectura ha sido.

Un abrazo.

Gus

 

El día de la Natividad ( la madre de Dios) (la Franqueira) hemos "despedido" a la madre de Merchi. Tu poema me ha hecho pensar en lo poco que en una vida se vive.
Un abrazo y no cabe duda que la buena poesía nace de la melancolía.
Rique.

 

Toda una obra de arte, Salvador. No se puede expresar mejor... sin palabras.
Te aplaudo, maestro, con todas mis fuerzas

 

Y al final de mis días
que corta se me hizo la vida.