Otros universos.

Me llamaron, y he venido.
Soy un universo alternativo.
Me ramifico, y me voy secando.
Grabaron encima de esta cinta de vídeo. Dios es guionista de cine.


El universo real es el que prosigue, de año en año y siglo en siglo.


Pero siempre hay una vuelta de tuerca. Al filo de lo imposible.
La puerta está entreabierta. ¡ Síganme, discípulos !
Adentrémonos en la Fantasía.
Que es una inmensa minoría. Porque somos universos fantasma, de poca duración.


Un elefante toca el acordeón. Un obispo está encinta.


Una dama ha mordido al tiburón. Un cocodrilo juega al balonmano.
Hay una bicicleta verde fosforescente, y un calamar gigante que conduce un camión de minería.
También, burbujas llenas de canicas brillantes, y de ojos de águila.
Hay murciélagos que baten sus alas contra los templos sagrados, y los derriban.


También, manzanos cuya fruta se expande y se contrae, latiendo y dando jugo exprimido.


Yo salgo representado como un muñeco que tiene aliento de vida,
y que reflexiona al respecto del cáncer de mama,
con la intención de hacer sanar a las mujeres que lo padecen,
dándoles de beber un poco de agua del Mar rosa y salado que se modifica,


y a veces es azul, y otras, rosa, y luego, azul nuevamente, y es así de simple.

 

Exquisita pieza de surrealismo con una pisca de John Lennon y de Lewis Carroll...

 

¡ Gracias, amigo !
Pero ya, sabes.
Soy humilde.
No puedo ser agasajado.
Percibo todo. Hay críticas constructivas, a la par que elogios.
La obra de Misericordia, es la más reconfortante.
Y la Caridad, bien entendida, empieza por uno mismo, pero acaba en el otro.

 

La fascinante teoría del multiverso, nos lleva a separarnos a través de las bifurcaciones de nuestros actos, viajando un poquito de ti a través de mundos compactos, insólitos, dementes y atrevidos. me gusto leerte

 

Gracias, compañera. A veces, se me ocurren temas de fantasía, para escapar de la Realidad Virtual. Pero eso se cumple, siempre. Para que los sucesos parezcan verosímiles. La Realidad Virtual es sufrimiento eterno, y como la ropa que llevamos puesta. Nos adecenta y nos da categoría.