Panorama

El viejo parque,
Mangos suicidas
Sin esperanzas,
Vidas acabadas
Sin añoranzas
Terminan muertas.

El buen anciano,
En la catedral
Con paso lento
Se le ve entrar
En el aposento
Para implorar.

Los más pequeños,
Corren y ríen
Con las palomas,
Corren y piden
A mamá y papá
Que solo los ven.


El barrendero,
Recoge rostros
De tanta gente,
Recoge sueños
De insolentes
Que viven solos.

La felicidad,
Es oferta hoy
En un instante
Y para vos soy
Por la compra de…
Consumismo soy.

El hombre solo,
El no tenerte
Y odiar olvidar.
El extrañarte,
Tú en mi vital,
Tú, fiel mi muerte.

Joven trovador,
Anda armado
De amor y palabra,
Viaja cantando
Por tus caderas,
Por ti trovando.

Bella bandera,
Límpido cielo
De gente libre
sin ejército,
Bello estandarte
De este pueblo.

En esta tierra,
En este barrio
De campesinos
Cantó Debravo,
“no somos primos,
Somos hermanos”.

 

Si todos fuéramos hermanos, encontraríamos rasgos parecidos, entre unos y otros.


Abrazaríamos a los árboles frutales, y le pagaríamos a los animales del Zoológico, con dinero que ellos pudieran apreciar.
Porque cada especie necesita sus tesoros.


Ahora bien, si nos referimos tan sólo, a la raza humana del planeta Tierra, diré que se abre un nuevo abanico de opciones, por su gran discernimiento, que puja con la Madre Naturaleza, por comerse el planeta. Y a eso, lo denominamos " capitalismo ", por la acumulación de capital, en pocas manos, en pro del engrandecimiento de unos cuántos empresarios. Pero si recordamos el latín, y a Rómulo y Remo, siendo amamantados por la loba capitolina, llegaremos a la rara conclusión, de que dependemos de la Madre Naturaleza, y no tanto, ella de nosotros. Con lo cuál, se establece la paradoja de que la Madre Naturaleza, prefiere al reino vegetal, por sobre el animal. Ya que los árboles, arbustos, musgos, líquenes, hierbas aromáticas, selvas tropicales, bosques de coníferas y demás grupos definidos, como los campos de cereales, y las huertas, se atienen a un contrato mundial, y no discriminan. No se aíslan. No inventan idiomas nuevos, para separarse entre sí. No hacen la guerra a quien viene de otros territorios. Entonces, la Madre Naturaleza es lo macro, y los seres vivos, lo micro. Lo macro es enorme. Grandioso.





Puede dar vértigo...
Mareos.
Nervios.


Como estar a los mandos de un parque de atracciones de Walt Disney.