paraíso final.

El rio que recorre
Caminos en mi pupila,
Raramente se reflejan,
Y en mis ojos se destila.

Lo sigo entre la selva,
Donde habitan grandes bestias,
Pero ninguna tan feroz,
Para oír al rio y a su voz.

Es el cantico de las piedras,
Que se viten de trovador,
Esperando a la hora,
En que se incorpore el ruiseñor.

Y yo me quedo estupefacto,
Escuchando a los violines,
Tocados por manos entre peces,
Y de júbilo entre jardines.

Es el sol quien veo ahora,
Y el camino se hace estrecho,
El relojero que demora,
Y el engranaje como despecho.

Gotas de luz en media luna,
Y las estrellas que me abren paso,
Veo a las plumas blancas,
Del ruiseñor, del rio escaso.

Entonces se termina el camino
Cuando se detienen las pisadas,
Se mueven los ángeles,
Y se mueve el Edén,
Donde los sueños son amansados,
Y la vida florece, y fluye,
Con vírgenes arboles ya regados,
Y al rio transparente, con cantico olvidado.

 

La vida es un paraíso que debemos saber apreciar. Saludos y estrellas.