Pecado

Hace poco traté de retomar esto de escribir y acabé escribiendo este soneto con sus correspondientes errores de métrica del que me siento francamente orgulloso, dada mi ineptitud. Aunque la poesía religiosa no esté en su punto álgido, espero que guste.


Por dormir en perfecta compañía,
tu llevadero yugo y tu carga
ligera, al pecado que me embarga
los depuse entre suma cobardía.

Reinó el gerundio de tu lejanía,
efecto del veneno que abotarga
el alma, como un vino que se amarga
hacia un sabor de muerte y de sangría.

Mientras de espino tejo una corona,
saboreo esta fruta traicionera
de la que me libraste Tú a la nona.

Cantó el gallo, cantó por vez primera
cantó la negación que me eslabona.
Cristo, no habrá segunda ni tercera.

 

Negar al Mesías quiere decir que uno no acepta que de debajo de las mismas piedras, puedan nacer hijos de Israel. Es decir que Wolfgang-Amadeus Mozart se parece a Ronaldinho, y uno fue músico y el otro, futbolista. Y sin embargo, Albert Einstein parece llevar la batuta, en estos tiempos modernos. Pero no olvidemos a Camarón de la Isla, que fue gitano. O a Bruce Lee, más oriental y dedicado por completo, a las artes marciales. Son tantos los hombres que pueden brillar, que uno se queda atónito. El mensaje de Jesús era ése:


El Reino de los Cielos es como un grano de mostaza, que cae en suelo fértil, y se pudre, muriendo brevemente, para dar paso a un desarrollo exponencial, íntimo y leve, que alcanza su máximo esplendor, en la odisea del árbol. Y sirve de amparo a muchos pájaros.


Dicho vértigo le hará templado.
Porque así, con suficiente templanza, no volverá a caer en tentación.
Y la templanza nos dice que el cuerpo humano es un templo, cuyas ventanas son los ojos.
Luego por tanto, no hace falta imponer nuestro criterio, a los demás.
Podemos respetarlos, en el nombre de la dignidad.


¿ Qué es dignidad ?


" No dejar que otro te haga, lo que tú no le harías a él. "


Es decir que mientras tengas casa, comida, salud y vestimenta, todo lo demás es aceptable.
No tienes por qué convencer a otros, de que tu camino es el adecuado.
En cierto modo, Templanza quiere decir, asimismo, que no soy.


No soy, no sueño, no hago.


¿ Qué pinto aquí, entonces ?
¿ Qué demonios hago aquí, gobernando a estos pobres ilusos ?
¿ Quién me ha dado vela, en este entierro ?
¿ Por qué he de capitanear a una banda de holgazanes, y salir a la calle en tropel, con la intención de emborracharnos, jugándonos el tipo, y poniendo en riesgo la integridad de otros muchos, testigos presenciales de nuestros heroicos hechos ?


Claro, heroicos, desde un prisma principiante.
Pero desde la madurez, lo heroico es salvar la vida a un bañista, que se está ahogando.