PequeÑa morada

En el viejo río
paso la vida hermosa
con la miel fresca
de la abeja laboriosa
y con la carne blanca
y pura de la boga
que no cesa de escoltar
mi bote.

Con mi caña de pescar
y mi sombrero de paja
miro a la serena corriente
milenaria que pasa sin
hesitar pero sin parar.

Mi casita es celosa
como una reina del río
y tal cual una cálida señora
no me cambia por ninguno.

Cuando lleguen por aquí
el ruido del mundo
y los engaños del oropel
me iré con mi bote
por el río con la flor blanca
y dejaré con su grito
a la ruidosa gaviota
con su eterno alboroto.

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Muchas gracias querida mamen
buena onda
todo ten