Pequeño delirio

El cielo oscuro forma figuras de sangre y las calles de la hermosa Cydonia se tiñen de un rojo espectral, se abren las puertas de la desilusión invitándome a partir, la lluvia desnuda mi cuerpo pero no logra apagar el cigarrillo de mi boca, hago las maletas empacando la melancolía, sabiendo que pronto la volveré a ocupar, pero esta vez solo llevo lo esencial, se que cuando empaco de mas las caídas se llenan de dolor, es momento de jugar una vez mas y aunque el tiempo que poseo es poco, lo sabré administrar hasta el retorno a la ciudad de mis delirios.

Al salir de Cydonia Han recordó que ella también pertenecía a el mundo real por mas que lo negara, luego seco la sangre que corría por sus labios y le dijo al desfile de interminables creaturas que era hora de entrar en su letargo hasta la noche siguiente, limpio sus ojos para saber si no se avía quedado dormida sin darse cuenta, pero al hacerlo descubrió que solo avía soñado despierta así que vio desvanecerse el extraño mundo que avía creado en unas horas y dijo para sus adentros…
"valla así que al final de cuentas los duendes y los agujeros al pie de mi cama si eran reales"​