Pérdidas

Se me perdió alguien
es una enfermedad rara
se me pierden las personas, los afectos
se me escapan de entre la vida
se me ha perdido tanto en estos días

Será diciembre... diciembre
¿Cómo te evado?
¿Cómo me bajo de tu vino de ruidos?
Serán los andares de sangre fucsia que tengo
Seré yo
¿Cómo me escapo de mí?

Se me perdió una llave
de poemas, de cóndores y colibríes pastando los cielos
se me perdió un bolsillo entre la neblina
blanca
y silenciosa de estas madrugadas.

Un gato con bigotes anchos y orejas sonoras
... de entre los dedos...
¿Cómo pudo suceder?
silenciosamente
tumba de los enredos
Será diciembre

Seré yo.
.
.
.
.

¿Cómo me bajo...?

 

Estimado Cesar, buenos días. No es diciembre ni cualquier otro mes del año el de sus innumerables pérdidas, es la "vida"...
Gracias por compartir su bello inspiración.
Un abrazo Poeta y Feliz Navidad.

 

Todos lo somos
los humanos perdidos
el tiempo pasa
en su caballo raudo
hacia lo que no existe
Abrabesos POETA. Mi estima no se le ha perdido.

 

Nada dura para siempre... primero encontramos y creemos que tenemos, Para luego perderlo... Es difícil el camino de la vida cuando nos recuerda que el ritmo nos lleva a todos al mismo lugar. Nos queda Amar y escribir para que perdure el sentimiento tallado en el árbol de la vida.
Saludos y mi admiración por esta composición que me ha ayudado a auto corregir pensamientos en esta mañana fría.

 

Ay, Fina... Sí. Será la vida, que nos impone renuncias o nos hace verdugos. Vueltas y vueltas. Tantas, y al final la muerte, la nada. Pero mejor es no hablar de eso. Más bien es preferible celebrar que usted estuvo aquí y me dejó palabras de aliento. Las cosas buenas.

Reciba un abrazo caluroso. Gracias.

 

Es reconfortante. Como el buen café caliente que deseo justo ahora en esta madrugada de tono gris rojizo (un oscuro raro) en el que las nubes quedas, lentas, se están trayendo algo de la luz de la ciudad (cercana) hasta mi ventana abierta.

Su estima es un regalo del que todavía no he halado la cinta que amarra el papel (hermoso) que lo envuelve. Y lo mejor, estoy seguro, es lo que encierra ese papel.

Deberían haber palabras menos gastadas que "gracias". Uno a veces lamenta no poder tomar un avión solo para llegar a un lugar distante y darle un abrazo a alguien; a usted, por ejemplo. Y luego, devolverse incluso en ese mismo avión, sin dejar que lo apaguen. Supongo que me entiende.

Le deseo feliz navidad.

 

Amar y escribir, sí.

¿Sabe? Que mi poema le haya servido para "auto corregir pensamientos" me agrada. Me encanta. Que la poesía sirva para algo a alguien. Hubo un poeta venezolano, Miguel Otero Silva, que escribió un des-cliché: "Arar nunca es en vano... ¡Ni en el mar!". Usted tiene razón. Que el sentimiento perdure y sea testimonio de que existe.

Le agradezco desde el corazón su visita y sus esclarecedoras palabras, compañera.

 

Y a Usted le deseo muchos felices momentos, también en Navidad, y en Año Nuevo. Cada segundo es Navidad y cada segundo es nuevo.
Gracias, es una palabra mágica, se multiplica cada vez que se dice, jamás se gasta, usted me las dio con su agradable respuesta.
También muchas veces quisiera tener la ventura de volar a dar abrazos a quienes estimo, y sueño que lo logro. Los sueños son poderosos y de pronto se cumplen. También uso canciones, como rituales, como las palabras aquí, que son abrabesos, por ejemplo, mi saludo. Y ABRABESOS en su alma y Música, que sin ella yo no podría vivir.

 

Rotar, Bris. Uno se cansa de verse obligado a andar... a veces. A alejarse de esto, de aquello. La vida tiene que tener pozos, pues al final, con o sin dátiles, igual morimos. O será que lxs poetas no comprendemos el ¿arte...? de vivir. Nos enreda demasiado el sentimiento.

En todo caso, gracias, Bris. Corrientita de aire que me abraza con su abrazo en estos días de frío y neblina. Días ásperos. Te cuento que afuera la gente está frenética, sudorosa, comprando, gastando, comprando, gastando, comprando, gastrando, comprando, gastando, comprando, gast... como si en ello les fuera la vida.

Inmenso gusto tener tu palabra de aliento.

 

Le cuento que no hallo dónde meterme para evadir los rituales angustiantes -para mí- de estos días. ¿Sabe? De4 niño recuerdo que unos buenos vecinos de mis padres y míos tenían una perrita callejera a la que todxs en la cuadra (la vecindad cercana) llamábamos "Diana". Era un animalito extraordinario, que nos protegía y nos ofrecía su cariño por casi nada. Pero la pobre no podía excuchar un cohete, un petardo navideño, porque se asustaba tanto que entraba en estado de pánico y se metía entonces, aterrorizada, debajo de los muebles, de las camas, de cualquier objeto, buscando una protección que no encontraba. Me siento así... siempre, por estas fechas. Lo único bueno es que ya faltan pocos días para que termine. Necesito un mueble debajo del cual meterme, un refugio. Otras veces he salido a plantarle cara a la tormenta, pero siempre quedo devastado, y este año no quiero. Mejor un par de mantas, oscuridad, silencio y tal vez sueño. O poemas, no sé. Ni siquiera barndy deseo. No. Será que estoy envejeciendo.

Gracias por su hermosa canción. Hay qué ver cómo la gente joven es capaz de hacer cosas maravillosas. Dado que le gusta la música, me permito enviarle un poema musical que desde la primera vez que lo escuché me atrapó para siempre:

​

Hasta luego... GRACIAS.

 

Pero de que pérdidas me estas hablando ? 37 juegos jugados, 23 juegos ganados y 14 perdidos para un average de .622.
Tu si te quejas vale ni porque vamos en el primer lugar dejas la cantaleta ¡¡ jajaja. Un abraso hermanaso y feliz nochebuena.

 

Precioso poema, poeta Cesar, maravilloso el mensaje en éstos melancólicos versos. Te mereces una montaña de aplausos. Me ha encantado pasar, saludos con cariño y respeto.
Azalea.

 

Ya son 24, Papá... y primer lugar en solitario, atrás quedaron los aguiluchos. ¡Claro que me quejo! ¿Y el precio de las entradas al estadium? Esa vaina no la puede comprar ni Mandrake el Mago. Es la primera vez que en 35 años los Tiburones se están destacando y no los puedo ir a ver ¡no me jodan!

Un abrazote, pana mío. Que la pases superbién con los tuyos allá cerca de tu playa Caribe, o dondequiera que estés. Gracias por venir.

 

Saludos con cariño y respeto también para ti, Poeta. Muchas gracias desde el corazón por tus palabras, que son toda una montaña de premios.

 

.......

 

Es repetitivo lo que diré, pero es la cadena de mermas, una tras otra, atada a los pies del corazón y el alma y no importa el momento, esta vez fue diciembre, todos tenemos ese diciembre que marca al menos un extravío.
Destaco en este y los que he leído el vuelo personal, la sensibilidad en cada ángulo de tus letras.
Un gusto inmenso recorrer el sentimiento de tus glosas.
Abrazo desde Santiago
Camelia

 

Diciembre, ¿cómo me bajo de tu viaje?

No me termino de acostumbrar a los diciembres. Por muchas razones. Terminan siendo des-significados, distorcionados y envilecidos. Incluso este está siendo bastante malo, a decir verdad. Pero entiendo que yo soy un bicho raro y que la mayoría de la gente los disfruta. Los comerciantes, sobre todo, lo disfrutan muchísimo... a su manera.

No obstante hago votos por quienes encuentran en él una oportunidad para la reunión, el encuentro festivo y alegre con los seres más queridos. Ellxs salvan el mes.

Si eres una de esas personas que disfruta los diciembres, Camy, te doy las gracias por tu amplitud, por encontrar una manera de que te gusten estos versos a pesar de todo; por rescatar algo en ellos y por reconocer que todos tenemos algún diciembre azul.

Si, en cambio, eres otra viajera de las que preferirían un atajo de noviembre hasta enero, bienvenida. E igual te doy las gracias.

 

Aprendí, Julio César, a verle el lado amable al mes. Una de mis mayores alegrías y pérdidas fueron precisamente en este mes, pues un diecisiete vino al mundo mi padre y un veintisiete se fue a otro plano no terrenal. Pasaron muchos años para que entendiera que más que llorarlo, es celebrarlo cada día y asumir que estos días marcan el término de un período, con su balance. Más constructivo y emotivo es tomarnos un momento para asirnos de las manos, dar gracias por estar y por poder ser testigos, aún, del camino que hemos sembrado y la cosecha que nos invade.
Gracias por la hermosa devolución
Te abrazo!
Camelia

 

El agradecido soy yo, Camelia de los detalles. Un gran abrazo.

 

Ya viene otro.

 

de entre los dedos se nos resbala el tiempo y muchas cosas, especialmente en estos últimos tiempo convulsos. Un abrazo

 

Ah, los dedos... los dedos. Tanto que pueden y tanto que no, ¿verdad?

Muchas gracias por venir hasta este poema empolvado. Que estés bien, Poeta.

 

Todos tenemos esas pérdidas, esos fantasmas amados que habitan los recuerdos.
Pienso que cada historia, cada sentir, cada modo de llevar esas ausencias es personal y lo único que necesitamos es empatía. No que nos comprendan, más bien que nos respeten.
Hay un mes como diciembre, que significa, final, balance, recuento, análisis... y por eso se torna tan complicado.
Pero también se aprende a negociar con él para que no se convierta en dolor.
No es fácil, pero tampoco imposible.
César, tus letras siempre tocan emociones profundas y siempre es un gusto encontrarlas.
Un abrazo.

 

Con el transcurso de los años, Cecilia, me voy convenciendo más y más de lo trastornados que están el pobre carnaval y la pobre navidad en mi país. La navidad, convertida en una fiesta de adultos. El carnaval (que sí tendría que ser una fiesta de adultos) convertida en una fiesta de niños... al menos en mi país.
¿Balances? Quizás en enero. En Venezuela diciembre es de hipocresía y desenfreno demencial. Con cada año que pasa lo voy detestando más. He hecho lo que dices: transigir. Pero estoy cansado. Me gustaría viajar a algún rincón solitario durante esos días y solo escribir poesía. Sin el maldito ruido que aquí todo lo llena. Sin gente alrededor mío disfrutando el hecho de ponerse ropa recién comprada con una cerveza en la mano y hablando estupideces por días enteros. Sin deberes y prisas absurdos. Sin idiotas que me recriminen mi falta de entusiasmo ante semejantes pendejadas, que para mí son suplicios.

Me quiero bajar. Disfruto los eneros, sobre todo cuando ya ha pasado la vorágine vacua.Me quiero bajar, pierda a quien pierda en el intento.

Gracias por venir a verme.