Piélago desinfectante

Cáliz, duro hormigón reblandecido,
extrínseco de dolor
circunstancial de dicha.
A menudo insultante
mientras,
unas frías manos juran nunca más.
Vuelven a magrear
otra ocasión,
sobre lo que fuimos,
hasta que,
asciende a la parte más alta de la sensatez,
y, entretanto,
los putos ensimismados pies,
se calumnian de repugnante,
y malqueado vómito.
El decidido hielo,
llega, igual de frío,
a los puestos más calientes,
del cuerpo, éste que, una vez ardió.
El resto,
de la copa,
busca un refugio en la sesera,
imprudente,
insensata,
melancólica.
Tú, buscas refugio,
en la melopea,
que se convirtió,
un día más
en un mona que pernoctar.

 

y a veces el tener ese refugio nos hace más fuertes, bienvenido/a, saludos

 

Bienvenido Cobain, éste es un mundo de maravillas.

 

Duro, tremendo, bellísimo.