Plática manuscrita

IRRESISTIBLE DESCONOCIDA.- Dime, doncel de fina y suave pluma:
¿morderías... conmigo... la manzana?
RAFAEL.- Contigo cruzaría un mar de espuma.
IRRESISTIBLE DESCONOCIDA.- Mírala, pues, tan bella y tan lozana.

RAFAEL.- No más que tus pupilas y tus labios.
IRRESISTIBLE DESCONOCIDA.- ¿Deseas que caminen por tu cuello?
RAFAEL.- Y, a más, que extingan todos mis resabios.
IRRESISTIBLE DESCONOCIDA.- Serena entonces tu vivaz resuello.

RAFAEL.- Sabes que es imposible en tu presencia.
IRRESISTIBLE DESCONOCIDA.- Solo sé que te quiero y que me quieres.
RAFAEL.- ¡Cuán feliz y preciosa coincidencia!
IRRESISTIBLE DESCONOCIDA.- Calla, y demos pabilo a los placeres.

[…]

El resto es ilegible.​

 

Sensuales versos, grato pasar por tu espacio.
Mil estrellas y muchas bendiciones a tu maravilloso talento.

 

Interesante diálogo en serventesios, amigo Littera. Quizás más que ilegible sea inescribible ese resto que adivinamos... abrazo, J.

 

¡Qué original forma de presentarnos estos dos serventesios de altísima temperatura erótica, amigo. La impronta clásica que le das a tus versos no le quitan, sino que le añaden, hermosura lírica y sensualidad a todo lo que he leído.

A esa coletilla final yo le añadiría "...e inenarrable."

Mi más sincera felicitación con estrellas.

 

Jajaja, veo que en una anterior encarnación ya he visitado este tema...
Interesante diálogo en serventesios, amigo Littera. Quizás más que ilegible sea inescribible ese resto que adivinamos... abrazo, J.