Por Dentro

Con temblor tibio recojo una flor en una carretera soleada,
Sin temor revuelo el pensamiento eterno en el cual encarno,
Cual salvaje mordida que desgarro,
Humo difuminado a través de la sonrisa esquematizada en mi rostro,
Hinchado de sentimientos platónicos,
Blancura en la sal hecha montaña,
Blancura en la arena quebrada en tercera dimensión,
Ese lugar donde se escurrió dentro de ti mi corazón,
Donde plasmé con mi firma mi esencia en tu interior,
Donde finalicé el hacerte mía y donde totalmente me hice tuyo,
Solos tú y yo, bajo el azul del cielo,
Abrazados por el viento helado,
Rodeados del sutil sonido de marea suave,
Desnudos y puros,
Donde la felicidad se hizo lágrimas en los ojos,
Donde la eternidad comenzó,
Donde nuestra carne tembló y tu alma me habló,
Donde perdonamos y olvidamos,
Donde comenzamos y nos amamos,
Compenetrados nos encontramos,
Desnudos ante los ojos de Dios,
Desnudos ante la natural y sonriente ola cálida de encontrarnos a flor de piel,
Donde la alegría se volvió parte de nuestra vida,
Y el sol fue testigo oculto de nuestro placer por nuestro querer.


"Cada vez que cierre los ojos veré tu rostro"

Autor: Misael Navarro Aguilar
Cancún, Quintana Roo, México.

 

precioso poema en el que muestras la dulzura y el impetu de la primera vez, un placer leerte un abrazo

 

Muchas Gracias Por Tu Comentario... Se Aprecia Y Exactamente Comprendido La PasiÓn Y Dulzura De La Primera Vez... Saludos