Pueblo deseante

Pueblo deseante

Mi patria son tus ojos donde quiero estar preso
detrás de tus pestañas, donde está tu retina,
junto al eco callado de la imagen, y el eco
de las cosas sagradas que miraste en la vida.

Mi patria, tus suspiros que renuevan alientos,
los alientos precisos de la esperanza mía,
por tus hijos crecidos, por tus hijos pequeños
que en mi casa llenaron de luz cada esquina.

Mi patria son tus brazos que me gritan de lejos
y esa voz cuando llego me susurra tranquila,
y es que allí mis pesares se convierten en buenos
y los malos augurios se destruyen y arruinan.

Mi patria es tu semblante y el profundo silencio
del carmín de tus labios que a tu boca matiza
y la palabra escueta que se te queda dentro,
aquella que comprendo, sin dudar enseguida.

Mi patria son tus piernas aéreas en vuelo
que te elevan y alejan del suelo que pisas
hasta tocar las nubes de color ceniciento
sobrepasando ingrávida la espesa neblina.

Mi patria son tus manos que me aprietan con celo,
que tiran cada puerta y tapia de cal viva,
donde después te pongo un anillo en el dedo
que te baja del cielo una estrella que brilla.

Mi patria es la morada gentil donde tus senos
acogen dulcemente a mi torpe caricia,
porque nunca se espantan si te dejara en ellos,
con ansiedades luego, la sed de la vista.

En mi patria descanso, en tu alma y tu cuerpo,
y al pronunciar tu nombre que todo significa,
y allí seguiré siendo el clamor de tu pueblo
de siempre deseante de tierra prometida.

 

Es una poesía realmente hermosa. Su rima es excepcional a la vez que sencilla. Me ha encantado y no he tenido más remedio
que escribir el comentario. Enhorabuena y saludos de Saturno.

 

Celebro que estas letras hayan sido de tu agrado, estimado Saturno. Mil y mil gracias por acudir y por dejar esta tan amable huella.
Con todo afecto, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Suena a un homenaje, directo y sin adornos, cargado de paz. Un abrazo, Salvador.

 

Muchas gracias, querido amigo, por estas consideraciones tuyas. Celebro que este tema sea de tu agrado.
Afectuosamente, un fuerte abrazo.
Salvador.

 

Vaya tela Salvador!! No escribas muchos de este tipo, no quiero aficionarme a este estilo.

Sencillamente magnífico.

Un abrazo.

 

Tú puedes con todo, querido Manolo, a las pruebas me remito. Me alegra que te haya gustado, amigo mío.
Gran abrazo sureño.
Salva.

 

De la excelencia de tu pluma Salva. Qué bueno es que lo compartas. Un poema digno de premio. Abrabesos en tu corazón

 

Muchas gracias, amiga Ripittella, por este tan amable comentario a mis letras, las cuales celebro hayan resultado ser de tu agrado.
Te abrazo con todos mis afectos.
Salva.