¿Quién sabe?

¿Quién sabe?
Quizás el lloroso rumor del mar
que tan osado y docto en sus abrazos
acuna receloso en su regazo
al señor Helio y a su esposa lunar?

Sabrá quizás la brisa del oriente
que osada y valerosa alza su vuelo
navegando cuál pirata riachuelos
persiguiendo a su amante de occidente?

¿Qué aliña con sonetos mi epitafio?
¿Qué riega a estos sesos con tu voz?
¿Quién se ha colado al cielo de mi casa
llenando de postales mi balcón?

 

Preguntas con difícil respuesta Diego, pero igual nos las hacemos
siempre, aunque no consigamos la exacta solución. Me gustó leerte,
gracias por compartirnos tus letras. Besitos apretados en tus mejillas.