Rastros

Un aguijón de luna, me dejaron sus ojos,
que de a poco me va clavando en el costado.
Un crepúsculo quedó, de aquellos labios rojos,
y me tiñe de ocaso, después que hubo marchado.​

Un manto de ceniza, se ha posado en mi pelo,
desde que aquel adiós, apagó nuestra hoguera.
Solo un rastro de plumas, me quedó de su vuelo,
un velo de hojas secas, de aquella primavera.​

Una hebra de agua, me quedó de su río,
del árbol de su fruto, un gajo deshojado.
Y este pobre poema...grito o desvarío,
es tan solo una sombra, del amor que ha pasado.​

Marino Fabianesi​

 

Siempre será un gusto pasar por tus letras, y la verdad que tus letras se comentan solas... acá el que aprende soy yo.... bueno y será que en febrero se secó tu inspiración..... un placer pasearme por tus letras

 

Gracias querido amigo, mira, te diré...tú no tienes que aprender nada. Porque yo he leído muchas cosas tuyas, y me he quedado impresionado de tu hermosa forma de escribir. Asi que el agradecido de poder leerte soy yo.
Un abrazo desde mi corazón.
Marino.

 

Amor del que se siente bello, sin resentimiento, da como resultado este bello poema

saludos

 

Es una gran alegría , poder escribir teniendo compañeros como tú. Muchas gracias Ramon, por tu hermoso comentario.
Un gran abrazo desde San Pedro, Bs. As. Argentina.
Marino.

 

Es un poema realmente hermoso, me gusto mucho leerte, saludos y dejo regalos de luz para ti, estrellas para otra estrella, Blanca.
​

 

¡Blanca!, muchas gracias por tu hermosa visita, cuánta alegria me has causado.
realmente lo mio es muy humilde, nuevamente gracias por llegar a este rinconcito en donde apenas hay un leve roce de poesía.
Desde lo mas profundo de mi corazón...un gran abrazo.
Marino.

 

Resabios de un amor que no duele; melancólico como ese crepúsculo inconcluso. Bellos versos amigo. Un abrazo

 

Te agradezco inmensamente, Cipres. Es un gran apoyo tenerte cerca, tus comentarios me llenan de alegría.
Marino.