Recompensa

Y entonces sucedió,
sin previo aviso,
sin advertencia alguna,
la pequeña herida despertó.

Al principio sólo fue
la sensación de ausencia,
luego la pequeña punzada
y entonces sucedió.

Miles de recuerdos
bombardearon mi mente,
como pequeños soldados,
arrasando con todo a su paso.

Pedí que cesarán,
que los fantasmas se fueran,
pero inútil fue mi grito,
y se aferraron a vivir.

Y entonces un rayo de luz llegó,
tus brazos me rodearon,
acabaron con el ejército invasor,
besaste la herida y a su sueño regresó.

Batallas crueles forman mi pasado,
y cada herida valió la pena,
cada camino valió el recorrido,
al final estabas tú,
preparado para reparar
lo que otros devastaron.

Garrubiel

 

Una recompensa muy grata y conmovedora, para esos golpes del pasado, que revolotean en la memoria y que se transforman en un agónico grito. Al final, todo parece reparado.

Hermosos y dolientes versos.

Un abrazo.

 

Un gusto recibir su visita aún más que sea de su agrado, y así son las recompensas, cuando hay dolor al final algo pasa y todo se soluciona n.n

 

Bien está lo que bien acaba.
Un saludo cordial.

 

Eratalia, un honor recibir su visita, aun mas que sea de su agrado. Dulce Luna

 

Luzyabsenta, así las recompensas.... Llegan cuando más se necesitan
Un honor recibir su visita