Recreo

Acércate, tengo para el recreo
una alfombra mágica de flores
que ha de llevarnos juntas de paseo
a una isla donde nunca mueren los amores.
Nos iremos las dos, como en un cuento
por el aire, sobre el mar
cruzando el cielo
como una nube, volando el pensamiento
a vivir el más lindo de los sueños.
¡Ven ya!, sonríe, caminemos
el tiempo es nuestro,
nuestro el universo
volvamos hacia atrás,
niñas seremos,
desde esa edad comenzará el recreo.
Yo una chiquilla, tu, inocente chiquilina
cándidas aves en temprano vuelo
sobre tu frente
un nimbo pondrá el día
a madreselvas olerá tu pelo.
Quieta, cierra los ojos y sonríe
sueña, es dulce soñar,
soñando olvidas
yo estancaré la sangre de esa herida
nos iremos flotando por mi río.
¡Ah, qué bello es sentirse niñas!,
teniendo casi santificada el alma
ver el sol con diferente brillo
e inundarse de la luz que da su flama.
Bajo la sombra de una egregia palma
afloja el nudo de tu vil tormento
porque los niños siempre cuando aman
es infinitamente puro el sentimiento.
Nuestra isla es flotante, va, se mece
sobre las olas de otro mar sin nombre
la dicha, el bien, cual bendición florece
no existe nada que envilezca al hombre.
La flor de la virtud, tan cara y bella
por la que nadie ha pagado su precio
se esconde aquí, esperando a la doncella
que un día al menos, la prenda en su pecho.
En este paraíso perfumado
lejos del mundo y en virtual sosiego
habrá paz en tu alma y a tu lado
ángeles rubios te hablarán de lo que es bueno.
Aquí no existen vicios ni pasiones
el cuerpo se siente sano y santo
deja escapar tus locas ilusiones
y un ave azul las llevará en su canto.
Estás enamorada y no hay respuesta
es gran dolor no ser correspondida
pero no olvides nunca que hay otra puerta
busca la llave, ábrela, cruza y olvida.
Porque si te empeñas en seguir amando
a quien nunca se miró en tus ojos
tu ardiente corazón se irá apagando
y sin saber cómo, caerá de hinojo.
Jamás mortal alguno ha de doblarse
ni consumirse en loco desvarío
Dios que es justo a cada cual le da su parte
y aunque tarde, le da amor hasta al impío.
El nos envía tantas bendiciones
dale como ofrenda tus congojas
y oirás reír tantos corazones
entre las flores que hoy miran tus ojos.
Vamos allá, que se abre una avenida
bordeada de naranjos y de olivos
al final hay un árbol, tiene un nido
donde libres se crían pajarillos,
en su tronco hay un gancho,
tú lo alcanzas
y lo conviertes en columpio y breve
se mecerán en el tus esperanzas
y sentirás del viento
besos leves……
Es tarde ya, también traje un reboso
pero volvamos
……..se terminó el recreo.

 

Muy amena.Un abrazo
PARTICIPA DEJANOS TU PROSA

http://www.mundopoesia.com/foros/mundo-prosa-informa/298112-3-concurso-de-prosa.html#post2936906