Regresar.

Canta Bob Dylan en el viejo pub
donde buscábamos el cielo,
no estaba en esos vasos de cristal
ni en la nieve de los espejos.
Pasa la vida por una canción,
huele a caja olvidada de recuerdos,
a café de despedida en la estación,
al otoño del último invierno.
No queda nadie ya en esta ciudad,
los autobuses van cargados
de nubes grises y de soledad,
la luna muere en los tejados.
Hoy he llorado tras ese cristal,
mi vida estaba al otro lado,
luego entendí que, a veces, regresar
es alejarse demasiado.

 

"Regresar es alejarse demasiado..."; es boicotear la posibilidad de avanzar; de sugerir nuevos instantes. Se paga un alto precio por vivir regresando. Bellísimo tu poema estimado Antonio; grato tu regreso, deseo que sea para avanzar más en la poesía.

Un saludo cordial.

 

A veces es mejor pararse y no regresar, sobre todo si se regresa
al mismo vacío que se dejo, tal vez sea mejor empezar un nuevo destino, igual nos sorprendemos.
Amigo llevan mucha tristeza tus versos y una melancolía que se mastica en el aire.
Abrazos y haber si nos deleitas mas a menudo guapo.

 

Con ese cierre desgarras el cielo, querido Coloso!
De dónde sacas tantas imágenes maravillosas? Voy a tener que pasearme un oco más por tus recuerdos...
Un abrazo,
Chiqui.-

 

Una poesía muy bonita Antonio, maravillosa.

Qué decir...

 

Arte sobresaliente en la calidad sublime, máxima belleza.

 

Bella nostalgia para un hermoso poema de reencuentros. Un abrazo Antonio. Paco.